GM Madrid | jueves, 30 de marzo de 2017 h |

“Los médicos hacéis milagros, siempre lo digo, sois ángeles en la tierra”. En una sala a rebosar y ante una audiencia plagada de profesionales sanitarios, la periodista, psicóloga y escritora Irene Villa ha explicado en una sola frase por qué considera que el sistema sanitario es tan importante para la vida de las personas y por qué, también, merece ser cuidado y defendido por todos. Lo ha hecho en el acto de presentación de ‘La Sanidad no es moneda de cambio’, el último Libro Azul del Círculo de la Sanidad del que es coautora y que ha sido presentado este jueves en el Palacio de Congresos de Sevilla (FIBES), en el marco del XX Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria.

Irene Villa ha compartido mesa con otros dos coautores, el ex conseller catalán de Salud, Boi Ruiz, y el presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), Joaquín Estevéz, y con el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, que ha actuado de anfitrión en una presentación que ha contado con la presencia de cerca de un centenar de profesionales sanitarios.

‘La Sanidad no es moneda de cambio’ es, en palabras de Ángel Puente, “un llamamiento al entendimiento de todos los agentes que operan en el sector sanitario, pero especialmente a los políticos, para que saquen la Sanidad de la arena de la confrontación política y concentren sus energías en poner en marcha las medidas y reformas que el sistema necesita para garantizar su sostenibilidad”

Un espíritu que, como reconocen los autores, entre los que también se encuentra Alfonso Flórez, uno de los más reputados gestores hospitalarios de España –que no pudo asistir a la presentación- ha impregnado todo el libro e incluso el prólogo escrito por la actual presidenta del Congreso de los Diputados y ex ministra de Sanidad, Ana Pastor, y en el que recalca que “existen temas de interés general que, por su extraordinaria repercusión en la vida de los ciudadanos, debieran ser considerados ‘asuntos de Estado’, por encima de partidismos y visiones excluyentes. La Sanidad es uno de ellos”.

El Círculo de la Sanidad ha querido reunir en un mismo libro las perspectivas diversas de los principales agentes concernidos en el funcionamiento del sistema sanitario, la de los pacientes, la de los gestores hospitalarios, la de los directivos sanitarios, tanto del ámbito público como del privado, y también la de los políticos, para concluir que existe un sentimiento compartido: la necesidad de que la Sanidad deje de ser un arma arrojadiza en el campo de batalla de la refriega política y sea tratada a todos los efectos como una ‘cuestión de Estado’, un activo a cuidar, a proteger y por el que trabajar.

Consciente del grado de implicación personal que acarreaba la participación en este libro, Ángel Puente ha agradecido a los coautores, en nombre de los 23 socios del Círculo de la Sanidad, su compromiso “con la explicación de por qué la Sanidad no debe utilizarse como moneda de cambio en la refriega política, por qué debe ser objeto de un gran pacto político y social como el de las pensiones, por qué debe utilizar todos los recursos disponibles y, al fin y al cabo, por qué el sistema sanitario español es un bien a preservar y la enorme lista de razones por las que su sostenibilidad debería ser considerada una cuestión de Estado”.

El paciente

‘La Sanidad no es moneda de cambio’ muestra, entre otras cosas, que esa lista de razones es diferente en función del enfoque de cada agente implicado en el sistema sanitario. La periodista, psicóloga y escritora Irene Villa ha aportado en este libro su perspectiva como usuaria del Sistema Nacional de Salud, pero también como ferviente defensora del principio de humanización de la Sanidad.

“La calidad de un sistema sanitario no se debe medir únicamente por los casos de curación, sino también por los cuidados que se reciben durante el proceso curativo”, asegura en el libro. En su opinión el objetivo de cualquier sistema sanitario debe ser doble, curar y cuidar, y para ello, subraya, no basta con procurar la recuperación del enfermo, hay que contar con él, tenerlo en cuenta, proporcionarle información veraz y asequible sobre su situación y ofrecerle, en definitiva, una atención integral que no finaliza en el alta médica.

Barreras

Joaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), aborda en el libro uno de los aspectos más controvertidos de la gestión sanitaria y de los que más se utilizan como arma arrojadiza: la colaboración público-privada.

En el acto de este jueves ha optado por el humor. “La colaboración público-privada es algo que ha existido siempre y que existe en todos los sitios, salvo en Corea del Norte, claro”. “Si determináramos los diez temas más candentes del debate sanitario en todos ellos tendríamos que hablar necesariamente de la colaboración público-privada”, señala Joaquín Estévez en el libro como vía para dar normalidad a una fórmula que lleva más de treinta años siendo moneda de uso común en la gestión sanitaria pública y que constituye, en su opinión, “un medio, que no un fin, para la calidad y la eficiencia del sistema, así como para su viabilidad en un contexto de recursos presupuestarios limitados”.

Una herramienta cuya utilización, critica, ha sido coartada por prejuicios políticos y estrategias cortoplacistas, más orientadas a obtener una ventaja política puntual que a garantizar el mejor funcionamiento del sistema sanitario. “La política española ha optado por politizar el concepto y demonizarlo, y no por evaluar sus resultados sobre la gestión o sobre la salud que sería lo más propio”, ha concluido

Boi Ruiz, que durante seis años dirigió las políticas sanitarias de la Generalitat de Cataluña, admite en este libro que la reiterada petición de un Pacto por la Sanidad similar al Pacto de Toledo por parte de diferentes actores y grupos de interés del ámbito sanitario no ha sido sin embargo una prioridad para partidos políticos y sindicatos.

Asume, no obstante, que sería conveniente “apartar el interés partidista del Sistema Nacional de Salud” y que “las energías de los partidos políticos deben canalizarse mediante una política constructiva al servicio de una verdadera prioridad”: la mejora de la Sanidad. “La controversia política sobre la Sanidad da rédito a algunos, pero sin duda no lo rinde ni a los profesionales ni a los pacientes”, ha señalado en la presentación de hoy.

El ex conseller ha advertido, también, que esto “no va a cambiar solo” y que solo la acción coordinada de profesionales y pacientes en la reclamación de mejoras para el sistema hará que los políticos cambien su forma de actuar. “El incentivo para cambiar debe venir de la sociedad, los pacientes y los profesionales son los que tienen que presionar para resolver los problemas, y la política solo tiene que hacer de canalizador de estas demandas”.

La parte del doctor Alfonso Flórez se centra en las problemáticas de la gestión cotidiana. Flórez, que ha gestionado nueve hospitales en más de 30 años de carrera profesional, subraya que el desenfoque de los políticos en relación a la Sanidad ha pasado de la injerencia política del “¡os vais a enterar de quien manda aquí!” o el “¡aquí no se contrata a nadie sin mi consentimiento!” al abandono en forma de insuficiencia presupuestaria, nombramiento de responsables poco formados o la falta de planificación y los arrebatos cortoplacistas que no miran por la sostenibilidad futura del sistema.

Flórez plantea reformar la Ley General de Sanidad, profesionalizar la gestión sanitaria, revisar la cartera de servicios, mejorar la relación con médico-paciente y la del sistema con sus proveedores. Pero como base para todo ello, considera esencial impulsar un nuevo órgano de coordinación que supere la actual Comisión Interterritorial de Sanidad, “máximo exponente de desacuerdos y de las rivalidades políticas”, y que cuente con el apoyo de todas las instituciones.

Cuatro autores y cuatro enfoques diferentes que, a juicio del Círculo de la Sanidad, refuerzan los argumentos a favor de un Pacto por la Sanidad, que supere la confrontación partidista. “La Sanidad no es moneda de cambio. Un pilar del Estado del Bienestar no puede estar expuesto a la intemperie de la refriega partidista ni sujeto a los tiempos de la política”, concluye Ángel Puente. “Lo que está en juego es la salud de los ciudadanos, el mayor activo que puede tener un país”.