Junto con la actualización de la Estrategia Nacional del Cáncer, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) publicó un acuerdo “sobre la pandemia de la COVID-19 y la prevención y el control del cáncer”. Sobre este versa la preocupación de Ciudadanos -materializada en pregunta registrada en el Congreso de los Diputados- sobre la previsión del Gobierno hacer pública la evaluación de la implementación de este órgano sobre COVID-19 y la prevención y el control del cáncer.
El texto remitido a las Cortes previa firma de Guillermo Díaz (portavoz de Sanidad C’s) e Inés Arrimadas (presidenta del partido) cuestiona a su vez el motivo al que se ha debido el retraso en su publicación, teniendo en cuenta que el acuerdo alcanzado por el Interterritorial tenía previsto que se hiciera en agosto del pasado año 2021.
“Este retraso es especialmente preocupante, teniendo en cuenta, en primer lugar, las sucesivas olas de COVID-19 que se produjeron a lo largo de 2021 y, en segundo lugar, que los resultados de dicha evaluación podrían mejorar nuestro SNS para hacer frente al cáncer incluso en futuras situaciones críticas de pandemia“, expone el documento.
Según recuerda la formación naranja, el acuerdo establecía que la pandemia había supuesto un importante retroceso en los procedimientos de diagnóstico de cáncer. Todo ello debido principalmente a la suspensión de programas de cribado poblacional, la mayor dificultad en el acceso a los servicios de atención primaria, el alargamiento de los tiempos de intervalo para evaluar síntomas no específicos, la dificultad de evaluar pacientes con síntomas iniciales mediante teleconsulta, o incluso cambios en la predisposición a acudir a los servicios sanitarios del SNS por miedo al contagio.
Con ese contexto, el CISNS acordó una serie de acciones; entre ellas, la realización de un informe sobre el impacto de la pandemia sobre el cáncer. Asimismo, se acordó el impulso de políticas sanitarias de promoción de la salud efectivas para disminuir la incidencia del cáncer y para la continuación de los programas de cribado de cáncer, así como para la promoción de los estilos de vida saludables.
En este orden, también se acordó fomentar la reducción de los tiempos entre la primera sospecha clínica de cáncer y el primer tratamiento, reorientando procesos asistenciales para priorizar la realización de estudios adicionales.