La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) mira con especial preocupación la situación de caos desatado tras el levantamiento del estado de alarma el pasado 9 de mayo. Ante esta situación, la confederación muestra su preocupación ante la ausencia de “instrumentos legales suficientes a disposición de las comunidades autónomas”.

Por ello, la Confederación pide a las administraciones que tomen las medidas necesarias “para impedir que la situación se descontrole“, y evitar así “una nueva oleada de contagios, hospitalizaciones y muertes”. Del mismo modo, reclama sensatez a una población, que debe mantener ciertas medidas de precaución básicas para no tener que volver a limitaciones anteriores. 

En este sentido, indica que las “aglomeraciones injustificadas” de gente en numerosos puntos de la geografía sin guardar las medidas básicas de precaución para evitar los contagios han puesto de manifiesto la necesidad de recordar que “lo que ha terminado son una serie de restricciones, pero no la pandemia por la que todavía transitamos”. 

Un mensaje erróneo

Según la CESM, estas imágenes son el reflejo de haber lanzado un mensaje erróneo y asegua que las distintas administraciones “no han sabido articular esta ‘nueva normalidad’, pasando de limitaciones del contacto social a la libertad absoluta mal ejercida”.

A pesar de que la mejoría de las cifras de contagios y muertes, junto con el avance de la campaña de vacunación, han permitido una relajación en las restricciones, la CESM indica que estas situaciones de descontrol se basan en “una irresponsabilidad desmedida ponen en riesgo la estabilidad actual y pueden desencadenar una vuelta atrás hacia situaciones adversas ya conocidas”. 

“Estas manifestaciones del descontrol han supuesto un duro golpe para los profesionales sanitarios, especialmente exhaustos tras más de un año de lucha en primera línea contra el virus”

Comunicado de CESM

En este contexto, destaca cómo los sanitarios ven con indignación cómo todo el trabajo realizado se pone en riesgo “por una libertad mal entendida”. “La insensatez demostrada por muchos no puede suponer que este colectivo agotado ya tenga que realizar -una vez más- un sobreesfuerzo laboral y emocional para seguir ofreciendo la mejor calidad asistencial a la población”, indica. 

En este sentido, CESM recuerda que al menos 112 médicos han perdido su vida desde marzo de 2020 “en una pandemia que todavía no ha terminado y que mantiene a los profesionales sanitarios al límite”.