El consejero de Salud de Cataluña, Josep Maria Argimon, ha presentado esta mañana el Plan de Prevención del Suicidio de Cataluña (Plapresc) 2021-2025 con el que el Gobierno catalán aspira a reducir en más de un 15 por ciento la tasa de tentativas y muerte por suicidio y a rebajar en más de un 20 por ciento estas cifras en los grupos prioritarios.

La herramienta pone el foco en la reducción del estigma social mediante actuaciones de tipo comunitario e integra como una de las líneas de actuación la atención y apoyo a los profesionales, la familia y los supervivientes.

El plan ha sido elaborado con la colaboración de cerca de 300 profesionales y se articula, según fuentes del departamento de Salud, como una estrategia nacional de prevención que refleja la apuesta clara del departamento por la Salud Mental en esta legislatura. Prueba de ello es también el incremento de los presupuestos destinados a este terreno de la salud mental en más de 80 millones de euros, según han destacado.

Romper tabúes y ofrecer apoyo

Es la respuesta del Gobierno catalán a un problema de salud pública que constituye allí la primera causa de muerte no natural y la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años. Los últimos datos disponibles en Cataluña cifran un total de 441 muertes por esta causa durante 2019, un 70 por ciento de ellas hombres. Mientras la tasa de tentativas tiene un mayor peso en el género femenino.

En su intervención, Argimon ha invitado a “romper tabúes y hacer más énfasis en el acompañamiento y el apoyo tanto a los propios supervivientes como a las personas de su entorno”.

El consejero ha remarcado que plan debe permitir ofrecer una respuesta lo más personalizada posible, así como mejorar la accesibilidad y la efectividad de las estrategias de recuperación.

Por otra parte, el Plapresc contempla la creación de una comisión de seguimiento interdepartamental para coordinar el trabajo entre todos los departamentos, administraciones y organismos implicados con el objetivo de crear un sistema que integre un conjunto de datos común.

Además, prevé que se potencie el Código Riesgo Suicidio, un instrumento puesto en marcha en 2014 para la monitorización de personas que presentan conductas suicidios. En la misma línea se articulará el teléfono del 061, que ya se emplea en esta línea, como una herramienta transversal con mayor peso.

Dentro del conjunto de actuaciones de prevención a varios niveles destaca la mejora de la formación en la prevención del riesgo del suicidio en profesionales de atención primaria y comunitaria, educación social, o centros penitenciarios, entre muchos otros.

Asimismo se plantea el desarrollo de programas conjuntos con el Departamento de Educación, a partir del Programa Salud y Escuela, para abordar en el currículum escolar la gestión del estrés, habilidades sociales y la solución de problemas, para promover la desestigmatización de los trastornos de salud mental y adicciones en el ámbito escolar.

El plan también contempla reforzar acciones para mejorar la detección y el abordaje de la conducta suicida en colectivos de riesgo, como víctimas de violencia doméstica, mayores, enfermos crónicos con discapacidades y otras personas vulnerables.

Una estrategia multisectorial

Junto a otros expertos, en el acto de presentación ha participado también el director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, Víctor Pérez. El psiquiatra ha defendido que “si algo hemos aprendido es que la prevención del suicidio es un problema sanitario, pero no solo. Si queremos mejorar se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención que se articula en este Plan que estamos presentando”.

Por su parte, Cecilia Borràs, presidenta y fundadora de la Asociación “Después del Suicidio-Asociación de superviventes”, ha destacado como hecho importante que el plan contempla la postvención, las actividades desarrolladas por o con los familiares que ayudan a facilitar su recuperación y a prevenir nuevos comportamientos suicidas”.

Borràs ha remarcado también que “el apoyo precoz en una muerte por suicidio tiene una influencia y una importancia vital en el duelo por suicidio porque ayuda a disminuir el impacto del trauma y a reducir el estigma”.

“Trio (escojo) la vida”

Como elemento cohesionador de este plan se ha escogido el lema “Trio la vida” cuya traducción al castellano es ‘elijo-escojo la vida’, y que contiene un guiño también al término sanitario de triaje.

El plan se estructura en 6 líneas estratégicas, 22 áreas relevantes y un total de 29 objetivos.

Las líneas estratégicas son:

1. Prevención universal, selectiva, indicada y estructural del suicidio.

2. Detección, acceso, atención inmediata, tratamiento, recuperación y procesos de apoyo
en casos de intentos de suicidio.

3. Postvención y apoyo a la familia y otros supervivientes.

4. Seguridad de los pacientes y prevención del suicidio.

5. Apoyo a la gestión de la información y del conocimiento y vigilancia epidemiológica.

6. Gobernanza, desarrollo del Plan y rendición de cuentas.


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