La aprobación del calendario vacunal para toda la vida a finales del año pasado no tuvo el consenso que se trató de vender entonces. Pocas semanas después, Castilla y León (a la que siguió Canarias) decidió cambiar el criterio fijado para flexibilizar el uso de la vacuna tetravalente (A, C, W, Y) del meningococo y anunció la financianción de la que protege frente a la cepa B en lactantes, circunstancias que se hicieron oficiales la semana pasada y que entrará en vigo a partir del 1 de junio. Este cambio de decisión fue duramente criticado por la ministra de Sanidad, quien aseguró que este tipo de decisiones deberían consensuarse en la Comisión de Salud Pública. Ésta restringe el uso de la primera de estas vacunas (sólo la ve necesaria a los 12 años de edad mientras que Castilla y León también vacunará a los 12 meses) y no ve pertinente financiar la segunda, a pesar de que se puede adquirir en las farmacias.
La visión de Castilla y León sobre esta polémica se dio a conocer el pasado jueves, pocas horas después de publicar en el Boletín Ofical de la comunidad la financiación de la vacuna para el meningococo B en lactantes y en el marco de una sesión científica sobre la epidemiología y prevención de la enfermedad meningocócica invasora, dirigida por el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, Ángel Gil, y organizada por Pfizer. “Estamos atendiendo a una epidemia en los serogrupos W e Y que va más allá del supuesto acuerdo de la Comisión de Salud Pública. Allí se abordó un documento excelente hasta la página 70” dijo Sonia Tamames, jefa de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública de esta comunidad.
La salvedad que esta experta apuntó se sustenta, desde su punto de vista, en la discrepancia de los datos epidemiológicos y la decisión final de los expertos, tanto sobre la tetravalente como de la vacuna contra la meningitis B. “Que nadie os engañe y diga que un acuerdo de expertos es una evidencia superior a los datos epidemiológicos”, añadió.
Volviendo a estos últimos, Tamames facilitó los datos correspondientes a los casos y tasas de la enfermedad meningocócica invasora. En el curso 2017-2018 se puede observar un fuerte repunte de los serogrupos W e Y, alcanzando 48 y 37 casos, respectivamente. Además, del serogrupo B, históricamente la más prevalente en España, se dieron 142 casos. Para contrastar el aumento de los casos en los serogrupos W e Y basta con comprobar el número de casos registrados hace cinco años, en el curso 2013-2014: tres y cinco, respectivamente.
Atendiendo a estos datos, Tamames explicó que no van a esperar a que aumenten los casos para pasar a la acción porque la toma de decisiones es muy lenta en el marco del Sistema Nacional de Salud al igual que el sistema de adquisición de vacunas.
