Cantabria ha implementado diversas estrategias para integrar al paciente crónico complejo en los sistemas sanitarios, priorizando la coordinación y la continuidad asistencial. Estas iniciativas han sido presentadas por María Isabel Priede, directora general de Farmacia, Humanización y Coordinación Sociosanitaria, durante el II Foro Nacional de Cronicidad, celebrado en Madrid. Este evento ha reunido a responsables de todas las comunidades autónomas para analizar enfoques innovadores en la atención a la cronicidad.

El Gobierno cántabro creó en agosto la Comisión de Coordinación Sociosanitaria, consolidada en octubre, para mejorar la atención a personas con dependencia, vulnerabilidad social o patologías crónicas. Este órgano busca integrar los sistemas sanitarios y sociales, promoviendo la colaboración y la atención centrada en la persona.

Modelo de atención integral

Durante el foro, Priede ha destacado que esta comisión estudia un modelo de atención integral que incluye tres grupos de trabajo clave:

  1. Atención extrahospitalaria: garantizar la continuidad de cuidados tras el alta hospitalaria.
  2. Digitalización del procedimiento de valoración de la dependencia: mejorar la eficiencia y rapidez en los servicios del Servicio Cántabro de Salud (SCS).
  3. Humanización en discapacidad intelectual y salud mental: reforzar un enfoque más empático y centrado en las necesidades de estos colectivos.

Este modelo responde al aumento de pacientes con condiciones complejas, caracterizados por la presencia de múltiples patologías o comorbilidades, y busca abordar el impacto del cambio demográfico, marcado por el envejecimiento poblacional y la cronicidad de enfermedades debido a los avances en medicina.

Adaptar los sistemas sanitarios

En el foro, Priede ha participado en una mesa redonda sobre coordinación sociosanitaria junto a expertos nacionales como Jordi Amblàs, coordinador de investigación en cronicidad de Cataluña, y Manuel Escolano, responsable de coordinación sociosanitaria en la Comunidad Valenciana. Moderada por Raquel Millán, secretaria general del Consejo General del Trabajo Social, la mesa ha debatido sobre cómo adaptar los sistemas sanitarios a las necesidades de los pacientes crónicos complejos.

Priede ha subrayado que uno de cada tres adultos en el mundo padece varias enfermedades crónicas, como patologías cardiovasculares, renales o metabólicas. Estas condiciones representan un desafío creciente para los sistemas sanitarios, que deben evolucionar hacia un modelo más integrado y eficiente.

El objetivo final de las estrategias cántabras es optimizar los recursos sanitarios y sociales, reducir las hospitalizaciones prolongadas y garantizar la continuidad de los cuidados en residencias o en el domicilio. Según Priede, una adecuada coordinación sociosanitaria no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuye a un uso más racional de los recursos. Estas no solo responden a las necesidades actuales, sino que también buscan prepararse para un futuro con una población más envejecida y con un aumento de enfermedades crónicas. Con iniciativas como las de Cantabria, España avanza hacia un modelo sanitario y social más inclusivo, sostenible y centrado en la persona.


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