La definición de una cartera de biomarcadores en el Sistema Nacional de Salud (SNS) continúa pendiente de una orden de actualización que se encuentra en tramitación. Esta incorpora una mención expresa de los estudios genéticos o genómicos en patologías, hereditarias o no, que pueden beneficiarse desde el punto de vista asistencial de la búsqueda de dianas terapéuticas. Así lo destaca el Gobierno en una respuesta escrita registrada en el Congreso de los Diputados, en la cual da contestación al grupo VOX detallando el proceso que se está llevando a cabo en un documento de más dos páginas.
Concretamente, la pregunta formulada cuestionaba las previsiones acerca de impulsar el establecimiento de un “procedimiento estandarizado y de un marco regulatorio para la presencia y adecuada financiación de los biomarcadores de cáncer de mama en todo el territorio nacional”.
Según el Ejecutivo, un Grupo de trabajo dependiente de la Comisión de prestaciones, aseguramiento y financiación “en el que participan profesionales y sociedades científicas implicadas”, es quien está trabajando en la actualización y concreción de la cartera común de servicios en el área de la genética, a través del desarrollo de un catálogo de pruebas genéticas. El fin último, explicitan, no es otro que “garantizar a todos los pacientes que lo precisen un acceso más homogéneo y equitativo en el marco del SNS a las mismas”.
Una vez se concrete el catálogo, se prevé abordar la identificación de los centros sanitarios autorizados que realicen estas pruebas
La oncología es reconocida en esta respuesta como un área prioritaria, pues detallan que está siendo una de las primeras en las que se está laborando para desarrollar la propuesta de catálogo de pruebas genéticas, abarcando los tumores sólidos, hematológicos, el cáncer pediátrico y el cáncer hereditario. Una vez realizada la concreción del catálogo, avanzan que se prevé abordar la identificación de los centros sanitarios autorizados que realicen cada una de dichas pruebas, un proceso en el que se acordarán los criterios de calidad que deberán cumplir dichos centros.
Del mismo modo, el texto reconoce la utilidad clínica de la determinación de biomarcadores diagnósticos, pronósticos o predictivos de respuesta al tratamiento, resaltando el papel fundamental que juegan también en el manejo de los pacientes oncológicos. “Era una demanda tanto de la Estrategia en cáncer del SNS como de las principales sociedades científicas implicadas, el abordaje dentro de la cartera común de servicios, de la identificación y concreción de los biomarcadores oncológicos esenciales para la estratificación diagnóstica, pronóstica o decisión terapéutica”, recuerdan.
Financiación y vigilancia
El Gobierno apunta en la mencionada contestación que la Estrategia Nacional de Cáncer ya establece la necesidad de acordar el modelo organizativo de oncología de precisión en el SNS. A este respecto, destacan la disposición de “un fondo finalista que proviene de la ejecución del Convenio firmado entre Farmaindustria y los Ministerios de Hacienda y Función Pública y el Ministerio de Sanidad”. Este ascendía a 40 millones de euros con el fin de promover el desarrollo y la implantación de la medicina personalizada y del correspondiente catálogo de pruebas genéticas “de forma efectiva y homogénea”.
De otro lado, resaltan que el Ministerio de Sanidad está tramitando el RD a por el que se crea la Red Estatal de Vigilancia en Salud Pública que incluirá la vigilancia del cáncer. “Actualmente está pendiente el desarrollo de la normativa que regulará la creación de dicho sistema y establecerá la obligación de notificación dentro del mismo, de acuerdo a las prioridades que establezcan en los diferentes protocolos los grupos de trabajo que desarrollarán el sistema”, señalan.
En última instancia, recuerdan que existe ya una Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), integrada por todos los registros poblacionales de Cáncer en España y que “conforma una importante fuente de datos”.