La primera sesión de la Subcomisión de Salud Mental, en el marco de la Comisión de Sanidad, ha tenido lugar este 11 de septiembre en el Congreso de los Diputados. Tendrá una duración de seis meses; plazo en el que se elaborará un informe en el que se recogerán todas las aportaciones de los comparecientes.
Tal y como adelantó Gaceta Médica, han comparecido Tomás Cobo Castro, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM); Manuel Martín Carrasco, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM); y María Fuster Blay, presidenta de la Asociación Española de Neuropsiquiatría-Profesionales de Salud Mental (AEN). Además, en representación del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP), ha intervenido Fernando Chacón Fuertes, vocal de la Junta de Gobierno y adjunto a la Presidencia, en lugar del presidente Francisco Santaolaya Ochando, como estaba previsto.
‘Burnout’ en la profesión médica
Durante su intervención, el presidente del CGCOM ha apuntado al ‘burnout’ que sufren los médicos. Y es que “la presión constante, la sobrecarga laboral o la falta de apoyo adecuado ha llevado a muchos profesionales sanitarios a experimentar elevados niveles de estrés, agotamiento y otros problemas de salud“, ha indicado. “Esto tiene un impacto directo en los profesionales, pero también en la atención asistencial que proveemos”, ha agregado.
En este sentido, el programa PAIME, que nació hace 22 años, tiene el objetivo de “extraer de la actividad asistencial a aquellos médicos que caen en un problema de salud mental“. “No hay nada parecido en Europa, excepto en Noruega y Suiza, pero son muy diferentes al nuestro y mucho menos efectivos”, ha apuntado Cobo.
Este programa nacional que, en un principio, iba dirigido a médicos, se ha extendido al resto de profesionales sanitarias para que “entren en el circuito de rehabilitación”. Además, “entre los trastornos del estado de ánimo y los trastornos de ansiedad, que es el síndrome del trabajador quemado o ‘burnout’, suman el 44-45 por ciento de la demanda para acceder al PAIME”, ha recalcado Cobo. También cabe destacar que han comenzado a separar los datos teniendo en cuenta el género de los profesionales.
En cuanto a la creación de un Comisionado de Salud Mental, “es una buena noticia” para Cobo. “Por primera vez, desde el Gobierno se toma una acción directa hacia un problema concreto que es la salud mental”, ha indicado. “Su estrategia se alinea con la OMS y la UE; no se orienta a lo puramente sanitario, sino que también tiene un enfoque basado en los determinantes sociales de la salud”, ha añadido.
Sin embargo, Cobo ha apuntado que el principal problema radica en “la saturación de los profesionales sanitarios, la saturación de la Atención Primaria y la escasez de profesionales especializados en salud mental”. También ha mencionado que han aumentado las tasas de suicidio entre personas mayores “que experimentan la soledad no deseada”.
Por ello, “es fundamental que el eje de la salud mental se aleje lo máximo posible de las divisiones partidistas“, ha instado. Así, Cobo ha reiterado la plena disposición de la corporación y de la profesión médica en su conjunto para trabajar con todas las administraciones en la mejora del abordaje de la salud mental en nuestro país, un reto que “no se puede posponer y requiere de políticas ambiciosas, de grandes consensos y de escucha constante a los profesionales sanitarios”.
En el turno de intervención de los diputados, Rafael Cofiño, portavoz de Sanidad de Sumar en la Cámara Baja, ha destacado la importancia de dar más autonomía a los profesionales, “que está relacionado con el bienestar mental” y de incrementar los presupuestos de Atención Primaria. Mientras que Rocío de Meer, diputada de VOX, considera que la salud mental es un asunto que se debe “abordar de urgencia” y que los índices de suicidio son “muy preocupantes y una asignatura a tratar por esta Cámara”.
Por parte del Grupo Socialista, la diputada María Sainz ha alabado las actividades que realiza la Organización Médica Colegial y ha puesto de manifiesto que una de las preocupaciones en este contexto son los problemas que experimentan las mujeres que se incorporan a la profesión médica a la hora de compatibilizar sus actividades profesionales con otros aspectos sociales.
María del Mar Vázquez, portavoz de Sanidad del Grupo Popular, ha preguntado por la dimensión de profesionales y la diferencia que hay entre CC. AA., a lo que Cobo ha respondido que no disponen de esa diferenciación porque se dan “datos generales” de todos los Colegios de médicos de España.
Sufrimiento psíquico grave
Por otro lado, la presidenta de la AEN ha enumerado las principales actuaciones en las que se están centrando actualmente. “Estamos trabajando en los determinantes sociales, en cuestiones de psicofarmacoterapia, en la coordinación y colaboración con Atención Primaria y estamos trabajando en el ámbito infanto-juvenil”, ha informado Fuster.
Sin embargo, ha centrado su intervención en las personas que padecen un trastorno mental grave, de “personas que tienen un sufrimiento psíquico grave o muy grave”. En la Estrategia de Salud Mental estimaba en su momento que este colectivo engloba al 3 por ciento de la población española, lo que se traduce en casi un millón de personas.
“Las personas con trastorno mental grave son personas con discapacidad y, para mí, lo más importante es poner el acento en las barreras de su día a día“, ha afirmado Fuster. Así, ha instado a comprender, escuchar y tomar acción para eliminar esas barreras. Una de ellas es el estigma, que viene derivado del “desconocimiento de lo que supone este tipo de problemas de salud mental” y que puede conllevar a la discriminación, tal y como ha puesto de relieve la presidenta de la AEN.
De este modo, ha pedido a la subcomisión que aborde “de manera urgente cambios normativos referentes a la coerción“. “Hay muchas personas sometidas a medidas coercitivas, internamientos involuntarios o tratamientos ambulatorios involuntarios”, ha expuesto. Y muchos de ellos se llevan a cabo “no porque los médicos quieran, sino porque no hay recursos para hacerlo de otra manera”, ha indicado. En este sentido, ha pedido reflexionar sobre “el sistema de cuidados que queremos”.
Ante ello, Candela López, diputada de Sumar, ha apuntado a la “visión interesante” de las distintas disciplinas que la subcomisión debe contar y escuchar para abordar la situación. “Me quedo con que lo primero que hay que hacer es poner en el centro a las personas que padecen este problema”, ha indicado. Y en la misma línea ha ido Rocío de Meer (VOX), que ha aludido a la importancia de ser conscientes que “tenemos en nuestro entorno personas a las que cuidar”.
Asimismo, Carmen Andrés, del Grupo Socialista, ha hecho hincapié en que “es este sufrimiento psíquico el que hace que muchas personas acaben en el suicidio”. Finalmente, Antonio Cavacasillas, del Grupo Popular, ha preguntado a Fuster el porqué de llamar al trastorno mental grave, sufrimiento psíquico grave. La presidenta de la AEN ha asegurado que son los propios pacientes quienes rechazan ese término y, además, “el ámbito social tiene un peso fundamental en el desarrollo de la vida de la persona y lo que tiene es mucho sufrimiento, un sufrimiento psíquico”.
Trastornos psicológicos
Fernando Chacón ha comenzado su intervención apuntado a la situación de la salud mental en las prisiones y coincide con los informes en que es “verdaderamente alarmante” y “no solo en los centros psiquiátricos penitenciarios, sino en las cárceles tradicionales”.
“Creo que estamos de acuerdo en los elementos fundamentales del diagnóstico de los problemas de atención a la salud mental que hay en nuestro país, que se caracteriza por un incremento de las necesidades y las demandas, una excesiva dependencia de los psicofármacos y la escasez de recursos humanos”, ha aseverado Chacón, coincidiendo con el resto de expertos. Sin embargo, esa falta de recursos se da especialmente entre los psicólogos “como ya señaló la propia comisionada de Salud Mental”, ha aseverado el vocal del COP.
“El incremento de la demanda es muy significativo, pero no se ha producido en los trastornos mentales graves, sino en ansiedad, depresión y trastornos del sueño; eso provoca la sobresaturación del sistema de salud mental”, ha asegurado.
Centrándose en el estrés, el vocal de la COP ha señalado que “si queremos dejar de lado las ideologías, hay que hacer estudios epidemiológicos de largo alcance que permitan saber, no si un factor determinado es importante para provocar mayor nivel de estrés, sino cuáles son los más importantes“. Y es que, ha destacado, “intervenir sobre todos es imposible y esta es una de las primeras propuestas que hacemos”.
Finalmente, ha señalado que se debe fortalecer los factores que previenen la aparición de acontecimientos estresantes, para lo que es crucial llevar a cabo “programas de prevención primaria o comunitaria” y que son “fundamentales en el ámbito escolar“. Unos programas que, en salud mental, han demostrado “eficacia y eficiencia”.
Trastornos mentales
Finalmente, el presidente de la SEPSM también ha destacado la importancia de los trastornos mentales, que son “muy frecuentes y muy heterogéneos”. Y “los más comunes son los más leves“, según Martín Carrasco, que se suma a lo que ha indicado Chacón.
Eso sí, ha admitido que “la mayor parte de la carga de enfermedad y que pesa más en el sistema sanitario corresponde a los trastornos mentales graves, es decir, esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar grave, a los trastornos graves de personalidad”.
Debido a la complejidad de los trastornos mentales, “hay una relación estrecha entre los trastornos y los cambios sociales“, tal y como ha apuntado Chacón. Así, lo que se está encontrando en la sociedad son “cambios en las manifestaciones psicopatológicas y en la resiliencia de salud mental de la población”.
El presidente de la SEPSM ha recalcado también que “hay colectivos que requieren una atención especial, como son los jóvenes, pero no podemos olvidarnos de las personas mayores”. En este contexto, ha apuntado al control de mediamentos, pues los fármacos hipnosedantes son “especialmente peligrosos” en el colectivo de los mayores, pero ha aclarado que “si se toma una medicación no es por capricho, sino porque existen molestias”. Y muchos de estos medicamentos se prescriben en Atención Primaria, por lo que “hay que plantearnos la capacidad de AP de atender este tipo de trastornos”, tal y como ha expuesto Chacón.