La Comisión de Infancia del Parlamento Andaluz, ha abordado entre otros asuntos, el tema de la obesidad infantil, una cuestión en la que, como ha recordado la consejera de Sanidad y Consumo, Rocío Hernández, el Gobierno andaluz lleva trabajando desde 2019 con la puesta en marcha de un importante catálogo de actuaciones y medidas para disminuir los casos de obesidad infantil a través de la promoción de la salud. La mayor parte de estas medidas se vehiculan a través de tres planes de la consejería: el Plan Estratégico de Salud de la Infancia y Adolescencia; la Estrategia de Promoción de Hábitos de Vida Saludable y el Plan Integral de Obesidad Infantil (PIOBIN).
En cuanto al PIOBIN, Hernández ha informado de que actualmente está “en un proceso de actualización para adaptar sus objetivos y sus acciones al contexto sociodemográfico actual y alcanzar todas las etapas de la vida“.
La consejera ha destacado por último algunas de las actuaciones más relevantes de los últimos años como la Red de la Sandía, la línea de trabajo sobre la promoción de la lactancia materna y la colaboración con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional a través del programa CIMA, que consiste precisamente en la promoción de hábitos de vida saludables en el ámbito educativo. Este programa se puso en marcha en el año académico 2025-2016 en que comenzó su andadura en centros docentes de Andalucía.
Durante la Comisión, además la consejera ha abordado otros problemas de salud que afectan a los menores de la región como es la diabetes.
Diabetes
En cuanto a la diabetes en Andalucía, entorno a un millón de personas sufren esta patología. En la mayoría de los casos se trata de diabetes tipo 2. La Consejería de Salud y Consumo tiene un Plan Integral de Diabetes desde 2009 que ha actualizado en 2016. Entre las medidas más estratégicas de este Plan, se encuentra el sistema de monitorización flash que se implantó a más de 52.000 personas con diabetes el pasado mes de agosto en toda la región.
Gracias a este sistema más de 2.300 niños y adolescentes con diabetes están usando en Andalucía este sistema de medición de glucosa. Así lo ha explicado la consejera durante la Comisión. Una tecnología que, como ha detallado la consejera, “permite medir los niveles de glucosa sin necesidad de realizar punciones capilares frecuentes; por tanto, ofrece a los pacientes una mayor exactitud en la medición, alertas de valores críticos de glucosa y una mejor detección de situaciones clínicas peligrosas“.
Desde el inicio del programa en 2018 hasta finales de septiembre, más de 4.400 niños y adolescentes andaluces entre cuatro y 18 años, con diabetes tipo 1, han realizado la indicación, el proceso educativo e implementación de este sistema. “Esto representa aproximadamente el 16 por ciento de la población diabética tipo 1, de los que un 61 por ciento son menores de 14 años atendidos en los servicios de Pediatría, mientras que el 39 por ciento corresponde a jóvenes de entre 14 y 18 años, atendidos en los servicios de Endocrinología y Nutrición”, ha resaltado Hernández durante su intervención.
La consejera ha hecho hincapié en que los resultados en salud obtenidos “son muy alentadores“, subrayando que uno de los principales logros ha sido la reducción drástica en el número de episodios de hipoglucemia grave “en términos numéricos, pues se ha pasado de una tasa de 4,2 episodios por cada 100 pacientes al año a solo 0,25 episodios”. Además, “el nivel de aceptación del sistema de monitorización flash ha sido muy elevado, con una tasa de abandono del programa por falta de adherencia de apenas un 1,5 por ciento y un 1 por ciento por deseo del paciente”.
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