C. Rodríguez Madrid | viernes, 22 de noviembre de 2019 h |

A estas alturas, todos saben que hablar de Pacto de Estado por la Sanidad y de pacto político no es lo mismo. Pero, por suerte o por desgracia, el primero depende en exclusiva del segundo. Da igual lo mucho que el sector sanitario y farmacéutico quiera un pacto —que lo quiere—, porque si no existe voluntad política, nunca será realidad. Este es el primer mensaje con el que se ha presentado la segunda parte del libro ‘Nuestra contribución al Pacto de Estado por la Sanidad’, impulsado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef). El segundo es la necesidad de dotar de contenido a ese acuerdo. Ámbitos los hay, muchos, y todos conducen a un punto en común: centrarnos en lo básico y en el trabajo compartido que elimine diferencias en el SNS.

Una de las ponentes principales de la jornada que se vivió en el Congreso de los Diputados fue la ex ministra de Sanidad Ana Pastor. “En dos años logré lo que no podía imaginar: apoyo mayoritario en cinco leyes”, destacó. El hecho de que esas leyes no hayan sido modificadas hasta fecha hablan lo mismo en su favor —“para mí fue la mayor experiencia de Pacto de Estado por la Sanidad”, declaró la ex ministra— que en su contra, pues su reforma es ahora imprescindible. “Creo que hay que actualizar la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y que hay que mejorar la Ley de Cohesión y Calidad. Es imperdonable que no se esté cumpliendo; en este momento la cartera de servicios no es la misma. ¿Por qué carteras complementarias, si la ley dice que somos todos iguales? También están las múltiples comisiones de Farmacia… Eso es lo que hay que mejorar. No puede haber 17 equipos evaluando”, aseveró Pastor.

Que hay esperanzas para el pacto lo muestra el hecho de que algunas de estas ideas se comparten desde quien ha estado al otro lado del espectro político. Jesús María Fernández, ex portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso de los Diputados, apeló también a la solidez del marco legal sanitario que se ha mantenido a pesar de los cambios de Gobierno. En su opinión, un acuerdo sanitario debería abordar, entre sus principales cuestiones, “volver a consolidar la sanidad como un derecho de ciudadanía y con una cartera de servicios común, suficiente y que incluya prestaciones hasta ahora desatendidas, como la salud mental”.

Todas estas aportaciones han venido a engrosar el listado de propuestas para el Pacto Sanitario de Asedef. Un total de 60 en esta segunda edición, que se suman a las 100 que habían sido presentadas en el Senado. Están resumidas en varios ámbitos para el acuerdo: innovación terapéutica, tecnológica y en la gestión; fortalecimiento de los incentivos de I+D+i; medición del valor; incremento del esfuerzo en prevención; en genómica y proteómica; en la mejora de la eficiencia de la prestación de servicios…