El consejero de Salud del País Vasco, Alberto Martínez, posa para Gaceta Médica tras la entrevista.

Alberto Martínez, consejero de Salud del País Vasco y especialista en Anestesiología, reconoce en esta entrevista con Gaceta Médica que antes de entrar en política no pensaba que la misión fuera a ser “tan intensa”, aunque subraya que después de casi un año en el cargo está “satisfecho” con el trabajo que está realizando junto a su equipo. No es para menos. En su etapa al frente de uno de los departamentos clave del Ejecutivo vasco ha ‘abierto el melón’ del Pacto Vasco de Salud.

El sistema sanitario de su región necesitaba un periodo para reflexionar y trazar las que serán las líneas maestras que lo sustentarán en los próximos años y en eso están. Desde hace meses, profesionales, representantes de distintos colectivos y sensibilidades debaten sobre cómo ha de ser la sanidad vasca. De los 6 ejes y las 24 mesas de trabajo abiertas se van a ir conociendo en las próximas semanas las conclusiones.

Martínez, expectante, aprovecha un desplazamiento a Madrid para reflexionar sobre el rumbo del sistema vasco, a la vez que avanza algunas novedades en materia oncológica y da su punto de vista de las siempre intensas reuniones del Consejo Interterritorial o el encaje que tendrá la futura Agencia Estatal de Salud Pública con las comunidades autónomas.

PREGUNTA. Se acerca al primer año en el cargo. Una vez que ha pasado el periodo de adaptación, ¿cuáles son esos grandes proyectos que hay que sacar adelante?

RESPUESTA. Iniciamos el mandato con una preocupación en la ciudadanía que hicimos nuestra desde el primer momento. Ya lo hizo el propio lehendakari en campaña al colocar la salud como elemento principal y lo hizo también en el apartado de la inversión. A partir de ahí nos marcamos dos grandes objetivos.

El primero es a corto plazo, más urgente e inmediato, y se corresponde con aquello que genera más ansiedad a las personas, su principal preocupación. Se trata de las listas de espera, tener una Atención Primaria accesible… Pero también, en lo referente a los profesionales, podemos hablar de la estabilización profesional en sus puestos de trabajo.

A medio plazo necesitábamos una reflexión sobre cuál era el sistema de salud que teníamos y cuál es el que íbamos a necesitar en función de los cambios que había en nuestra sociedad. El lehendakari, lo que hizo prácticamente nada más ser recién investido, fue una ronda con muchos agentes distintos, invitándoles a participar en un Pacto de Salud. Y ahí entraban desde colegios profesionales, asociaciones para la salud, médicos, psicólogos, asistentes sociales, todo tipo de sindicatos, todos los partidos políticos, pacientes, asociaciones de familias de pacientes, universidades… Un elenco muy diverso para entre todos hacer una reflexión colectiva. Y uno de los grandes objetivos era el pacto como un elemento de reflexión. Necesitábamos juntarnos y escucharnos para, a partir de ahí, estructurar una forma de trabajar, llegar a un pacto, firmarlo y enviarlo al Parlamento.

Ahora, en el Pacto, estamos en una tercera fase, en la que buscamos las líneas de acción. Tenemos 24 líneas de acción que dan forma a seis ejes. Esto supone que prácticamente 400 o 500 personas están trabajando de forma autónoma y que en el mes de mayo, lo que harán es reportar a la mesa del Pacto cuáles son sus conclusiones, cuáles son esas líneas sobre las que diseñaremos el futuro de la sanidad vasca. Si en una primera ronda en mayo no surgen estas líneas en todos los ejes, pues iremos a otra ronda en junio. 

P. ¿Cuáles son las líneas de acción o los ejes que actualmente más le preocupan del Pacto Vasco de la Salud y cuáles son los que van más encauzados antes de conocer las primeras conclusiones?

R. Ahora mismo los grupos están tomando sus decisiones. No tenemos una información en detalle de que haya problemas, todos nos informan de que están negociando de forma favorable.

El primer paso va a ser, como digo, en mayo. Vamos a ver si ese primer reporte que se lleve a la Mesa del Pacto es aprobado o no. En general, lo que hemos visto es que hay una gran voluntad y mucha intensidad en los debates. Eso es fundamental, porque muestra que hay interés. Al final, el Pacto dependerá de la voluntad y del compromiso de las partes.

P. Hablemos del Consejo Interterritorial. Ahí tienen un papel un poco ‘outsider’. Por un lado está el Gobierno (PSOE y Sumar) y por el otro, el PP con las 11 CCAA donde gobierna. ¿Cómo se sienten en esas reuniones con dos bloques tan marcados?

R. Queremos que el Interterritorial se posicione más sobre el déficit de médicos porque ese es el gran problema que tiene nuestro sistema de salud. Y ahí se requiere una visión compartida de todos, porque la solución no es fácil, no se va a arreglar si no hay una acción.

El otro día se celebró el Consejo de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y ahí se reconoció que el Sistema MIR, por sí mismo, no va a resolver el problema de los profesionales, especialmente en áreas como la Medicina de Familia. El número de plazas MIR en las convocatorias está aumentando, pero el número de plazas reales que entran al sistema va bajando. Con lo cual ya hay un reconocimiento ahí que esa vía por sí sola no va a resolver el problema. Si tenemos ese reconocimiento, tenemos que centrarnos. Queremos que nos den opciones, porque los que tenemos la responsabilidad de dar la asistencia sanitaria y buscar soluciones nos vemos interpelados por la propia ciudadanía. No entiende por qué no hay médicos en España.

P. ¿Cómo avanza el tema de las homologaciones? Después de la decisión judicial de anular el traspaso de la competencia, Morant aseguró en el Congreso que estaban intentando desatascar el problema de los expedientes parados.

R. Lo que pretendemos es agilizar las homologaciones. Pero bueno, parece ser que no es posible en estos momentos. Es un tema complejo, pero en el que no se da ninguna respuesta en ninguno de los ámbitos. Mientras tanto, en las comunidades estamos sufriendo una situación de déficit que, además, insisto, en los próximos años no va a ir a menos.

Necesitamos soluciones un poco más rápidas. A veces también tengo la sensación de que estamos hablando en una sala vacía. No sé si hay alguien cuando hablamos de estos temas…  Somos 17 CCAA, creo que hay 16 más para decir algo y que este problema nos afecta a todos. De hecho, creo que hay CCAA que están incluso contratando sin especialidad.

P. ¿Cómo se combina esa falta de médicos con los incesantes avances en terapéutica o la irrupción de la IA? 

R. Nosotros lo hemos convertido casi en un eslogan: tenemos presupuesto y no tenemos médicos y eso es lo más grave. En el País Vasco vamos al médico cinco veces más por año que los franceses, por ejemplo. Por eso decimos que la Atención Primaria, que es además donde se resuelven el 80% de las patologías, es fundamental para el sistema. Es vital.

La IA muchas veces te puede ayudar en un contexto en el que faltan médicos a que el profesional se dedique más a la medicina y menos a las labores burocráticas. No obstante, queremos impulsar la medicina comunitaria. Hemos visto que tenemos una sociedad con una de las esperanzas de vida más altas de Europa. Por eso, nuestro principal objetivo es empoderar al paciente para que sea consciente de que su salud del futuro depende de lo que hagamos hoy

Y ahí, un elemento muy importante es transmitir también a los ayuntamientos o a los agentes de salud pública comunitaria la necesidad de hacer políticas que generen hábitos de vida saludables para cuidar a los pacientes. Trasladar la asistencia desde el hospital hasta la Atención Primaria y también dar peso a la prevención, con los cribados. En este sentido, nosotros tenemos una supervivencia del 90% en el programa de cribado de cáncer de mama, en colon tenemos prácticamente un 80%, en cérvix un 67%…

P. Ya que trata el tema de los cribados, ¿qué proyectos o estrategias están impulsando en esta línea?

R. Vamos a impulsar el cribado de próstata en el Hospital Universitario de Basurto. Prácticamente en un mes va a ponerse en marcha este programa de cribado de cáncer de próstata como un piloto. De esta forma, vamos a tener una idea de cómo funciona y ver si luego lo podemos extender. El cribado de cáncer de próstata y de pulmón son dos cribados que tenemos en el plan oncológico que se va a aprobar ahora el próximo mes de mayo.

P. ¿Y en materia preventiva? Me gustaría saber también qué planes tienen a la hora de incorporar los determinantes sociales o el enfoque One Health en sus políticas.

R. Queremos hacer una buena acción preventiva y de hábitos de salud, queremos una Atención Primaria fuerte de atención comunitaria, con el compromiso de acción también de otros agentes, como los ayuntamientos. Queremos un seguimiento de los pacientes crónicos, queremos que un paciente dado de alta tenga un seguimiento a distancia y queremos que el hospital sea el sitio donde el paciente vaya a un tratamiento muy concreto, pero que no sea solamente un elemento de la sanidad de curación, sino de prevención y de control del paciente crónico. Especialmente cuando nuestra población envejece a un ritmo tan extraordinario. El País Vasco tiene una calidad de vida alta y las diferencias económicas son muy bajas. Nuestra sociedad es una sociedad muy homogénea en ese sentido. Queremos trabajar a nivel comunitario con los gobiernos para prevenir el ámbito de salud.

También aprobamos el año pasado la Ley de Salud Pública y se va a crear el Instituto de Salud Pública de Euskadi. Ya están hechos los estatutos y va a ser una herramienta fundamental en este sentido. Cada vez más necesitamos sistemas de vigilancia fuertes. Nos hemos organizado para una pandemia, pero ahora por ejemplo citamos la amenaza de la gripe aviar. Creo que ahora más que nunca cualquier germen emergente que aparece en cualquier lugar del mundo puede estar en 24 horas en nuestro territorio, ya que viajamos mucho y hay muchos movimientos migratorios. Además el cambio climático hace que esos gérmenes puedan mutar fácilmente y por eso necesitamos sistemas de vigilancia fuertes. Más todavía cuando, en estos momentos, Estados Unidos tiene a una antivacunas al frente de la salud o lleva a cabo políticas como abandonar la OMS.

P. La Agencia de Salud Pública sufrió un varapalo en el Congreso, aunque el Ministerio espera sacar adelante el proyecto en un mes y medio. ¿Cómo es de necesaria y qué relación debe tener con las CCAA esta institución?

R. Ahora mismo es necesaria por varias cuestiones. En primer lugar, porque toda la sanidad exterior depende exclusivamente del Ministerio. De igual modo, la Agencia Estatal vendría a coordinarse con la agencia vasca en transmisión de información. Eso no quita para que nosotros reivindiquemos una acción más autónoma y unas decisiones más directas con Europa. Pero en estos momentos esa Agencia es necesaria, porque además es algo que venía comprometido desde hace años, algo necesario incluso antes de la pandemia, pero después de la pandemia mucho más.

P. Usted es médico, conoce el mundo de la sanidad perfectamente desde dentro. Ahora que le toca gestionarlo, ¿se imaginaba que era tan complicado?

R. Yo no creía que iba a ser tan intenso. Este es un ámbito muy amplio que tiene muchísimas aristas, muchísimos planos. Soy una persona muy exigente y he sido un tiempo muy crítico. Entonces, ahora mismo veo con una mayor humildad el panorama. Veo las dificultades que hay en el día a día. Veo las posibilidades que también aparecen y también es verdad que es un momento ilusionante porque ves que tus decisiones y las del equipo nos permiten avanzar. Me siento con un nivel de responsabilidad muy alto, pero también satisfecho.


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