Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2018 h |

La Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardíacas y Anticoagulados (Aepovac) ha presentado en el Hospital La Princesa de Madrid su primer Manifiesto sobre Valvulopatías, una iniciativa para llamar la atención sobre la necesidad de un diagnóstico y tratamiento precoces en este tipo de patologías.

Tanto pacientes como profesionales insisten en la necesidad de que los médicos, especialmente en atención primaria, utilicen de forma habitual el fonendoscopio en mayores de 65 años. Según los datos proporcionados por la asociación, se calcula que alrededor del tres por ciento de los mayores sufren algún tipo de daño valvular y se estima que las valvulopatías están detrás de entre un 8 y un 26 por ciento de los casos de insuficiencia cardiaca.

Aún así, lamentan los pacientes, el uso del fonendoscopio en la consulta del primer nivel es muy limitado. Según los datos de la encuesta europea Heart Health, realizada a mayores de 60 años de un total de once países, un 46 por ciento de las personas consultadas afirmaron que su médico utiliza el fonendoscopio en el transcurso de una visita médica de forma excepcional. La cifra, no obstante, ha mejorado un ocho por ciento con respecto a años anteriores, pero sigue siendo insuficiente.

De igual modo, dentro de su plan de choque los pacientes proponen llevar a cabo otras estrategias como la realización de revisiones anuales para detectar la enfermedad valvular en mayores de 65 años, o la creación de guías de actuación que ayuden a los profesionales a tomar decisiones de forma compartida con el paciente.

En la misma línea, la asociación pretende promover la colaboración entre administración, sociedades científicas, industria y pacientes para implementar campañas de concienciación a nivel nacional.

Otro punto clave para los afectados es mejorar el acceso al tratamientos de esta enfermedad, ya sea mediante el reemplazo de prótesis biológicas o a través de la reparación de válvulas dañadas, que ha demostrado ser eficaz para tratar los síntomas y mejora la esperanza y la calidad de vida.

Con este tipo de campañas aspiran a mejorar el grado de conocimiento social de estas patologías. Como ejemplo, citaron que casi el 92 por ciento de los encuestados desconoce la valvulopatía más común, la estenosis aórtica. En la práctica, esta falta de información, tal y como subrayan, impide a los pacientes trasladar al médico datos importantes para el diagnóstico que dificultan o aplazan un correcto tratamiento.