La Comunidad de Madrid dispone de una red de vigilancia Centinela de infecciones respiratorias agudas (IRA) en Atención Primaria, formada por 30 centros de salud para controlar la gripe, la Covid-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la bronquiolitis. Este sistema se complementa con el análisis de procesos que requieren ingreso hospitalario, con objeto de verificar la circulación de los virus y adoptar las medidas necesarias. La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha visitado hoy el Centro de Salud Tres Cantos, adscrito a este programa, para comprobar cómo sus profesionales toman muestras de exudado nasofaríngeo a pacientes con sospecha de infección, que son remitidas para su diagnóstico al Laboratorio Regional de Salud Pública.
La consejera ha explicado durante su visita que la región, al igual que ocurre en el resto del país, está en “pleno pico de infecciones respiratorias” entre las que predomina la gripe. “No ha habido un aumento de ingresos respecto a otros años, estamos en niveles prepandemia y las hospitalizaciones se producen en mayores de 80 años con otras enfermedades asociadas”, ha indicado Matute. Poniendo la situación en cifras ha precisado que “hay un 5,9 por ciento de ingresos por cada 100.000 habitantes, lo que se encuentra dentro de lo asumible”.
Asimismo ha recordado que la Comunidad de Madrid tiene activado el Plan de Invierno con un refuerzo de 1.800 profesionales y 1075 camas para atender a estos pacientes”. “Se producen aumentos en ciertos días de frecuentación y las urgencias pueden estar con más población, pero no hemos tenido que suspender ningún ingreso ni actividad programada de la Comunidad de Madrid; Salud Pública, la Dirección Asistencia y la propia Consejería, estamos vigilando los datos constantemente para ver cómo evoluciona la asistencia y apoyar con todos los recursos a los profesionales y a nuestro sistema de salud”, ha concluido la consejera.
Infecciones respiratorias
Sus resultados permiten conocer semanalmente la incidencia de estas enfermedades en el primer nivel asistencial de la sanidad pública, así como la variante del coronavirus o el subtipo del virus de gripe mediante un estudio genómico. Con ‘Centinela’ se alcanza una muestra representativa del 10 por ciento de la población madrileña por edad, situación social o geográfica y se ve complementada con el seguimiento de pacientes que requieren ingreso hospitalario, en coordinación con la Dirección General de Salud Pública.
Matute ha explicado que actualmente se mantiene una tendencia ascendente de gripe, con 90,85 casos por cada 100.000 habitantes frente al umbral de 25 de esta temporada. “Se observa una ralentización de personas afectadas por SARS-CoV-2 así como un descenso, con respecto al año pasado, de más del 50% del número de bebés menores de un año que requieren ingreso hospitalario gracias a la campaña de inmunización que hemos llevado a cabo frente al VRS, y que ha permitido administrar hasta la fecha 29.678 dosis a lactantes”, ha añadido.
Para afrontar la circulación de las enfermedades propias de esta época, la Consejería de Sanidad está desplegando las medidas del Plan de Invierno, que incluyen la incorporación de 1.800 profesionales en los centros hospitalarios y la habilitación de 1.075 camas en función de la demanda asistencial, gracias a la monitorización diaria de la presión. También se han establecido circuitos rápidos de derivación a hospitales de media estancia y de apoyo.
Los más vulnerables
La Consejería de Sanidad recuerda que hasta el próximo 31 de enero permanece operativa la campaña de vacunación antigripal que se dirige a los mayores de 60 años, enfermos crónicos, y en esta temporada por primera vez a los niños sanos entre seis meses y cinco años. Igualmente, estos grupos pueden recibir la dosis de refuerzo frente al coronavirus, excepto los menores. Hasta este momento, 1.296.318 personas se han inmunizado frente a la gripe, de las que 63.350 son niños sanos entre los seis a 59 meses de edad.
Coincidiendo con la época de circulación de los virus, es importante cuidar y vigilar a la población más vulnerable, como los mayores, enfermos crónicos y los menores. En caso de infección respiratoria hay que adoptar medidas de precaución básicas, como cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, usar pañuelos desechables, evitar tocarse los ojos, lavarse frecuentemente las manos, así como usar mascarilla cuando se tengan relaciones sociales. También es conveniente evitar el contacto con población vulnerable y reforzar la protección para evitar la transmisión del virus. Hay que acudir al centro sanitario o, en su caso, a las urgencias hospitalarias si los síntomas se presentan de forma severa como fiebre elevada que no remite, tos intensa o sensación de falta de aire.
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