Por Cristina Molina, directora de Análisis y Estrategia en Salud Mental de Sant Joan de Déu

Resulta evidente a estas alturas el efecto negativo que la pandemia ha tenido en la salud mental del ciudadano en los últimos dos años. El confinamiento, las restricciones o la falta de contacto social han hecho una mella enorme en el ánimo colectivo. Si a esos factores se añaden otros agravantes como el fallecimiento de seres queridos a causa de la enfermedad o la pérdida del empleo debido a la crisis desatada, no cabe duda de que nos encontramos ante una tormenta perfecta de efectos devastadores para cualquier persona. Prueba de ello es el incremento observado en la tasa de suicidios en el último año, especialmente preocupante en el caso de los más jóvenes.

Investigadores del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (SJD) han venido analizando el impacto de la pandemia en la salud mental a través de diversos estudios. Además de constatar que la soledad es un factor predictor de la depresión, nuestras investigaciones han puesto en evidencia que los jóvenes han sido, precisamente, un grupo de edad especialmente vulnerable al confinamiento. Hasta el punto de presentar una prevalencia de depresión un 50% más alta que las personas mayores de 50 años. Lo que implica la necesidad de desarrollar acciones dirigidas a la promoción y prevención de la salud mental en esta población. Aunque el dato es muy revelador, no debe hacernos perder de vista un hecho, y es que los estragos causados por la pandemia tienen un impacto global en la población y no se centran en un único segmento de edad.

Si la pandemia ha tenido indirectamente algún efecto favorable, es el de haber contribuido a que la salud mental cobre mayor relevancia social, sensibilizando a toda la sociedad en torno a ella. Fruto de ello es la priorización de la salud mental por parte de los organismos internacionales y nacionales

En SJD llevamos muchos años prestando una atención integral a este ámbito de la salud, conscientes de que es un componente fundamental del bienestar y la calidad de vida de las personas. Y de que lo es en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez.

“Desde diversos centros de SJD en Cataluña nos planteamos ya la necesidad de poner en marcha una plataforma digital que proporcione a las personas información rigurosa sobre este grupo de patologías”

Por eso, mucho antes de la irrupción del COVID-19, desde diversos centros de SJD en Cataluña nos planteamos ya la necesidad de poner en marcha una plataforma digital que proporcione a las personas información rigurosa sobre este grupo de patologías. Creímos que debíamos hacerlo de una manera diferente, ofreciendo un servicio integral que acompañe al usuario, le empodere y le sensibilice. Si al menos una de cada cuatro personas, según la OMS, se verán afectadas por un cuadro de este tipo a lo largo de su vida, es necesario dotar a la sociedad de los instrumentos adecuados para hacerle frente.

Fue así como nació SOM Salut Mental 360, un proyecto digital ideado para compartir conocimiento y facilitar recursos que promuevan la salud mental. La plataforma cuenta con un rasgo característico que le distingue de cualquier proyecto precedente, y es que está basada en la cocreación. En ella participan activamente usuarios, familiares, profesionales sanitarios, del sector social, del entorno educativo, y la ciudadanía en general. La mirada es inclusiva y la ambición integradora. Por eso, aunque impulsada por centros de SJD, un 58% de los profesionales que están participando en el proyecto son ajenos a esta institución. Y cabe decir que su papel está resultando sumamente enriquecedor para el proyecto.

Gracias a ese espíritu cocreador, SOM Salut Mental 360 ofrece hoy un contenido muy diverso que va desde los artículos divulgativos a portales temáticos que abordan de manera monográfica patologías muy concretas. El proyecto otorga una especial importancia a los testimonios en primera persona, además de tener un marcado carácter interactivo. Por eso incluye secciones de preguntas y respuestas, tests para comprobar los conocimientos sobre un determinado tema o espacios de “Pregunta al Experto” en los que pueden realizarse consultas al profesional sanitario sobre cualquier tema que preocupa al usuario.  

La acogida que SOM Salut Mental 360 está teniendo entre los ciudadanos confirma que no nos equivocamos cuando intuimos la necesidad de un servicio como este. En su primer año de funcionamiento viene registrando un mínimo de 15.000 visitas mensuales procedentes de España y América Latina. Esta respuesta nos anima a seguir adelante con un trabajo que está resultando arduo pero gratificador. Desde estas líneas animo a los lectores de GACETA MÉDICA a visitarla, a participar activamente con sugerencias e inquietudes que contribuyan a su mejora. De esa forma iremos retroalimentando el espíritu de cocreación que dio origen a este proyecto.