Vencer al Covid-19 y aprender para el futuro

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Por José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y ex Secretario General de Sanidad 2005-2011

La alerta sanitaria internacional por la pandemia causada por el Covid-19 está generando una situación inédita en los últimos 100 años. Nunca antes en los tiempos modernos se ha visto una pandemia con este impacto en la salud y en la economía global. Tendremos que hacer una evaluación de la gestión cuando todo acabe; comencemos hoy por reconocer que el Covid-19 nos ha superado a todos.

La evaluación tendrá que contar con el análisis de su impacto real y eso es algo que a día de hoy no sabemos; es algo que podremos ver sólo cuando pasen varias semanas, aunque se puede intuir que habrá un daño importante en la salud de la población, que sólo se podrá mitigar con el acierto y el buen hacer del sistema sanitario y de sus profesionales. Esa es la tarea en la que están ahora las autoridades y el sistema en el actual estado de alarma decretado por el Gobierno el sábado pasado.

Siempre he defendido la importancia de mantener a punto todos los dispositivos de salud pública (promoción de la salud, prevención, vigilancia epidemiológica y protección de la salud) con los que se dota el Ministerio de Sanidad y he alertado de la inconveniencia de debilitar su estructura. Con las medidas indiscriminadas de congelación de la tasa de reposición aplicadas desde 2012 el Ministerio tiene 1.000 plazas menos de funcionarios de las que había en diciembre de 2011; ello me llevó a demandar sin éxito en el Senado un plan estratégico para dotarle de los recursos humanos necesarios.

Los actuales recursos humanos disponibles en el Ministerio están haciendo un esfuerzo encomiable.

La alerta sanitaria internacional por el Covid-19 pone de manifiesto que tenemos que invertir mucho más en salud pública. Invertir en prevención. Ello obliga a dotar mejor a los dispositivos de apoyo que tienen la misión de aportar los análisis y las propuestas de acción en materia de salud pública a los responsables ministeriales.

Habrá muchos analistas que, con mirada retrospectiva, juzgarán solamente las insuficiencias de la respuesta institucional. Algo típico en los análisis de la gestión de las pandemias. Pero habrá de tenerse en cuenta que el Covid-19 nos ha superado a todos y que hasta ahora no ha habido ninguna medida oficial que no haya sido avalada de manera unánime por las autoridades centrales y autonómicas en el marco del Consejo Interterritorial.

“Tenemos que invertir mucho más en salud pública”

La evaluación de lo hecho será imprescindible en una sociedad fuerte y democrática y de ella se deberán derivar consecuencias y aprendizajes de futuro. De esa evaluación yo les anticipo una conclusión inevitable: será necesario invertir mucho más en prevención.

Los profesionales que trabajan en la disciplina de la salud pública y la medicina preventiva son imprescindibles tanto en los momentos de alarma sanitaria como en los que trabaja de manera callada y anónima. España ha desinvertido en salud pública, en prevención y en este tipo de profesionales en los últimos años. Y eso es algo que habrá que corregir junto a muchas otras cosas.

Ahora toca arrimar el hombro y apoyar y aplaudir a los profesionales que trabajan con intensidad en hospitales y centros de salud; a los farmacéuticos y auxiliares de las 22.000 oficinas de farmacias españolas, a los conductores y técnicos de ambulancias y a todos los servidores públicos que hacen grande su oficio.

Y, por supuesto, apoyar a todas las autoridades sanitarias de todas las administraciones públicas que tienen sobre sus hombros el peso de una enorme responsabilidad. Yo confío en todos ellos, aún cuando puedan errar en algún momento. Y agradezco a todos su trabajo.

“Ahora toca arrimar el hombro y apoyar y aplaudir a los profesionales que trabajan con intensidad”

Cuando todo esto pase, tocara reforzar, ensanchar y fortalecer nuestra sanidad pública porque pandemias y alertas sanitarias globales puede ser que vuelvan de nuevo.