Vacunas y movilidad, ¿por qué no?

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Por Noelia López Montero, doctora en biología molecular y portavoz de Ciencia de Cs en la Asamblea de Madrid.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado que este mes impulsará el Pase Verde, un pasaporte sanitario para que los ciudadanos vacunados contra el COVID se muevan libremente por el espacio comunitario. La medida ha sido muy celebrada por personas de todo signo político. Sin embargo, algunos de ellos se han hecho los falsos sorprendidos cuando Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, ha hecho la misma propuesta para nuestro país.

Que las personas vacunadas frente al COVID puedan moverse y recuperar parte de sus vidas es lo que instituciones, sectores económicos y los propios ciudadanos están reclamando desde hace tiempo. Ello no les eximiría, por supuesto, de cumplir las mismas medidas de seguridad que todos conocemos ya (mascarillas, higiene de manos, distancia de seguridad y ventilación de espacios), pero sí supondría un avance vital en la buena dirección, porque no podemos olvidarnos de algo muy importante: el mundo no se para y si se para nos caemos todos.

Es fundamental usar todos los medios a nuestra disposición para fomentar la movilidad, los viajes, los transportes y la actividad económica, siempre en condiciones de seguridad y cuidando de la salud de las personas.

Desde Ciudadanos pedimos hasta la saciedad a Pedro Sánchez que se estableciesen controles estrictos en los aeropuertos, que se exigiese una PCR en origen a los viajeros, que se permitiese hacer pruebas de detección en las farmacias y que se bajase el IVA de las mascarillas. Si el Gobierno de España nos hubiese hecho caso antes, en lugar de tardar meses en aprobar lo que le pedíamos, a buen seguro no estaríamos viviendo este auge de las nuevas variantes del COVID; unas variantes que, por otra parte, no cruzaron la frontera en autobús o en coche, sino a través de los vuelos desde otros países, como bien sabe hasta el propio Fernando Simón.

Queda claro que, si el aplaudido Pase Verde europeo va en la dirección correcta, permitir la movilidad de los españoles vacunados también es una medida adecuada. ¿Quién no ha aplaudido, de hecho, al ver a nuestros mayores salir por fin de las residencias para acudir a casa de sus familiares o para recibir visitas una vez vacunados? ¿Sería mejor autorizar la movilidad sin límites, a los cuatro vientos? Sinceramente, no creo que nadie esté pensando eso.

Si Europa nos lleva la delantera, lo mejor será dar pasos adelante para alcanzarla en lugar de esquivar los debates, hacernos los indignados y quedarnos rezagados, como nos han tenido acostumbrados hasta ahora.

Vacunas y movilidad van en el mismo paquete, pues ese es el sentido de la lucha contra el COVID, el de recuperar nuestra vida avanzando de manera segura, pero firme. Es necesario hacer más pedagogía y menos teatro político. Hay que decir a todos los ciudadanos que vacunación no implica relajación en las medidas de seguridad.

Solo llevando mascarilla, manteniendo la distancia social, vigilando la ventilación de espacios cerrados y extremando la higiene de manos podremos salir de esta. Los vacunados pueden tener la tranquilidad de que no pasarán por el hospital, pero quizá puedan ser responsables de que otro lo haga si incumplen las normas. Es el momento de moverse, sí, porque la vacuna y los avances científicos lo permiten, pero todavía no es el momento de quitarse las mascarillas.


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