Recientemente se ha aprobado por unanimidad en el Senado, una ponencia de estudio de gran trascendencia para el futuro de este país, por sus repercusiones sanitarias, técnicas o universitarias. Un total de 70 expertos y académicos relacionados con las diferentes ramas profesionales que rodean a la medicina personalizada y la informática han analizado las implicaciones regulatorias, éticas y organizativas de la aplicación de la genómica, así como de la ingeniería genética, la medicina predictiva y la medicina de precisión. Es un auténtico Pacto de Estado.
Según la Nacional Research Concil (NRC-EEUU), medicina de precisión supone la adaptación del tratamiento médico a las características individuales de cada paciente. Esta identificación se realiza a través del análisis e integración de datos genómicos, otras ciencias ómicas, técnicas de imagen, con datos clínicos y el entorno del paciente. Con todo esto se consigue la posibilidad de aplicar intervenciones preventivas o terapéuticas, evitación de posibles efectos secundarios, mejores tratamientos, disminución de gastos, etc. En definitiva, un cambio en el paradigma de la forma de aplicar la asistencia médica, incorporando estrategias de diagnóstico y tratamientos más eficaces y seguros, aportando soluciones para garantizar la equidad del sistema sanitario.
Creemos que es importante decir y transmitir que el modelo tradicional sanitario aunque es un sistema bueno, está “exhausto”, como ha expresado recientemente el profesor Carlos Camps. Y por lo tanto, estamos obligados a buscar nuevas aplicaciones como la genómica, de forma que haya una estrategia nacional, clara y evidente. No es una moda sino necesidad objetiva del sistema, para hacerlo con cohesión y sostenible. Desde el punto de vista económico, el genoma humano permite un retorno de 150 dólares por cada dólar invertido, lo que supone más una inversión que un gasto.
Es importante llegar a la genómica predictiva y a la búsqueda de cohortes amplios, por lo que hay que pasar por el Big Data y la Inteligencia Artificial. La colaboración público-privada en los logros dentro de la genómica es imprescindible y las expectativas de futuro son infinitas, en donde la especialización en genética es una necesidad y en dónde intervendrán médicos, farmacéuticos informáticos, filósofos, etc. Luego para el desarrollo del sistema genómico se precisa la creación de nuevas profesiones no previstas hoy en la universidad clásica.
Creemos que el modelo tradicional sanitario, aunque es un sistema bueno, está exhausto