Iván Vollmer Torrubiano

La ecografía es una técnica útil como guía de procedimientos intervencionistas en todo el organismo. El pulmón, a pesar de que refleja la práctica totalidad del haz de ultrasonidos debido al gran cambio de impedancia acústica que existe entre pared torácica y el aire de su interior, también puede beneficiarse de esta técnica cuando las lesiones son periféricas y contactan con la superficie pleural. De hecho, el factor más importante que se correlaciona con el éxito de una biopsia pulmonar con guía ecográfica es la superficie de contacto pleural. Las ventajas de la guía ecográfica frente a la de Tomografía Computadorizada (TC) son la ausencia de radiaciones ionizantes, poder realizar cualquier plano de abordaje y una mejor resolución.

Diferentes trabajos han demostrado que la guía ecográfica es más segura, rápida y precisa que la de TC. No obstante, los resultados no son tan buenos en lesiones de tamaño inferior a 10 milímetros. Incluso, debe considerarse que la programación de los procedimientos ecodirigidos es más rápida que cuando se emplea TC. Por tanto, ante una lesión pulmonar periférica de tamaño superior a 10 milímetros y con suficiente contacto pleural debería realizarse la biopsia mediante guía ecográfica, tal y como se recomienda en las guías clínicas actuales sobre el manejo de lesiones pulmonares.

La ecografía también es especialmente útil en situaciones especiales como los tumores de Pancoast y en pacientes con atelectasias obstructivas o pulmón ahogado. Esta técnica permite distinguir entre el pulmón consolidado distal a una lesión tumoral central lo que permite dirigir la biopsia hacia las zonas patológicas. A pesar de que las complicaciones que se producen con la guía ecográfica son menores que cuando se emplea la TC, no debe obviarse que también puede producirse un neumotórax con esta técnica. El neumotórax puede diagnosticarse de forma sencilla con la ecografía y también puede cuantificarse para poder determinar la necesidad de colocar un tubo de drenaje pleural.

El rendimiento de la técnica puede verse afectado por el tamaño de la lesión. Por debajo de dos centímetros el rendimiento disminuye por la posible dificultad técnica pero por encima de los cinco centímetros la presencia de necrosis influye en el resultado. Para mejorar el rendimiento puede administrarse contraste ecográfico antes de realizar la biopsia. El contraste aumenta el rendimiento, especialmente en lesiones de mayor tamaño, debido a su capacidad de detectar necrosis de forma más precisa que la ecografía convencional. En ocasiones, el resultado de la exploración con contraste ecográfico es sugestivo de benignidad, pudiendo obviarse la necesidad de una biopsia percutánea.