Antonio Alarcó
Antonio Alarcó.

Por Antonio Alarcó Hernández, senador del Partido Popular y Catedrático de Cirugía. Doctor en Ciencias de la Información y Sociología.

Es una evidencia científica que la sanidad pública sigue siendo una de las más valoradas del mundo (Lancet, Bloomberg, Fundación Gates, etc.), pero también es una realidad que, en estos momentos y por muchos factores que no vienen al caso, está devastada.

Uno de los puntos críticos que hay que reconstruir es, sin duda, la atención a urgencias y emergencias del Sistema Nacional de Salud (SNS). Es oportuno recordar en estos momentos que el artículo 149 de la Constitución Española dice: “Es competencia exclusiva del Estado las bases y la coordinación de la Sanidad”. No se puede estar permanentemente mirando a otro lado.

Es también sabido que en una urgencia-emergencia y, sobre todo, de origen traumático, lo que ocurra y se haga en la primera hora es determinante para el futuro del paciente (hora dorada). No hay que perder de vista, además, que el 90 por ciento de las urgencias en general son vistas o atendidas, “de entrada”, por la población en general, por ciudadanos normales que se encuentran con ello, de ahí la importancia de que todos tengamos cultura básica de urgencias, que es lo que hará disminuir la morbi-mortalidad de forma drástica (cultura sanitaria). Es imprescindible que en los currículos de la educación formal exista una asignatura que se llame “conceptos básicos sanitarios”, cosa que ya hemos solicitado en la Cámara Alta en varias ocasiones.

La atención sanitaria urgente en España supone el volumen más importante del conjunto de prestaciones del Sistema Nacional de Salud. En el año 2019 se realizaron más de 30 millones de consultas en los servicios de urgencias hospitalarias y seis millones de atenciones fueron llevadas a cabo por los sistemas de urgencias y emergencias médicas. Representa el 64 por ciento de la presión sanitaria. Además, se suma alrededor de 4,2 millones de ambulancias movilizadas. Se estima que un 19 por ciento de los médicos en atención especializada son urgenciólogos y que uno de cada 10 médicos que trabajan en el hospital del SNS lo hace en el área de urgencias y emergencias.

En definitiva, la urgencia y la emergencia es la ‘tarjeta de visita’ de un sistema sanitario. Por todo eso, y muchas más realidades, no se comprende que no se haya creado ya hace tiempo (como ya hemos solicitado en las Cortes Españolas en varias ocasiones) la especialidad de urgencias y emergencias. En 2009, la Unión Europea aprobó tramitar el currículum europeo de Medicina de Urgencias y Emergencias.

En 2019 se realizaron más de 30 millones de consultas en los servicios de urgencias hospitalarias y seis millones de atenciones fueron llevadas a cabo por los sistemas de urgencias y emergencias médicas

Además, el ámbito de las urgencias y emergencias cumple y reúne con creces los requisitos para la creación de una especialidad que son: a) la existencia de un cuerpo de acción específica con clara demanda social; b) la existencia de un cuerpo doctrinal; y c) el desarrollo de un programa de formación. Además, en la actualidad 22 países de la UE, Canadá, Méjico, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Sudoeste Asiático, países árabes, etc. tienen esta titulación creada y reconocida.

Es una grave irresponsabilidad que el Ministerio de Sanidad de este Gobierno no dé trámite para la creación inmediata de la especialidad de urgencias y emergencias que, adicionalmente, debe ir aparejada con la creación simultánea de enfermería de urgencias y emergencias.

Además, organismos internacionales con responsabilidad sanitaria como ha sido la 72. Asamblea de la OMS (2019) instan a todos los Estados miembro a desarrollar sistemas de urgencias y emergencias y una especialización adecuada de los profesionales. Además, defienden que la atención de urgencias es una parte esencial de la prestación de servicios de salud en los propios sistemas. El Defensor del Pueblo de España y la UE en su Directiva 2005/36/CE, entre otros agentes, han dejado clara la necesidad, sin ningún tipo de discusión, de este tipo de titulación.

En definitiva, el Ministerio de Sanidad tiene la obligación de tramitar de forma urgente la especialidad y titulación correspondiente de Medicina de Urgencias y Emergencias por una necesidad objetiva del sistema sanitario y, además, cumplir las distintas iniciativas legislativas tomadas por nuestro grupo tanto en el Congreso como en el Senado y que han sido aprobadas, por lo que son de obligado cumplimiento para el Gobierno.