Sonia Gaztambide

En 1991, la Federación Internacional de Diabetes designó el 14 de noviembre como Día Mundial de la Diabetes, celebrando el aniversario del nacimiento de Banting, uno de los descubridores de la insulina, y en el 2006 se sumaron el Parlamento Europeo y las Naciones Unidas. Todas estas entidades tenían un objetivo común: hacer visible la diabetes, recordar que existe y la importancia de su cuidado para un buen futuro.

La diabetes es una enfermedad muy prevalente: en España está presente en un 13,8 por ciento de la población con más de 18 años; además, sigue aumentando y está muy ligada a la obesidad. En Europa, se calcula un incremento del 15 por ciento para el año 2045. La diabetes tiene un gran impacto personal, familiar, social, laboral y económico a lo largo de la vida, ya que, aunque tiene tratamiento, el día a día no es fácil, exigiendo a las personas con diabetes tomar decisiones constantes sobre el mismo.

Es una carrera de fondo sin fin, en la que hay que estar siempre en situación de alerta, sin bajar la guardia, manteniendo un control adecuado para evitar complicaciones agudas y a largo plazo para tener una calidad de vida similar a la de cualquier otra persona sin diabetes. La diabetes no duele y los recordatorios sobre las necesidades de un buen control están forzosamente en uno mismo y todos tenemos una memoria frágil.

Por suerte, en la última década hemos asistido a toda una revolución en el desarrollo de nuevos fármacos orales e inyectables, además de nuevas insulinas, que ayudan al buen control de la enfermedad.

Los avances también incluyen nuevas tecnologías con infusores continuos de insulina y sistemas que miden los niveles de glucosa de forma continua, sin necesidad de pincharse en el dedo, y con posibilidades de comunicarse entre ellos y decidir en función de los niveles, la cantidad de insulina a infundir.

Tratamiento

Los avances en el tratamiento de la diabetes caminan para mejorar el control de la glucosa, sin olvidar otros factores de riesgo cardiovascular pero no debemos olvidar la prevención de la enfermedad. Esto es posible en la diabetes tipo 2 reduciendo la obesidad pero incluso se trabaja en prevención de diabetes tipo 1, de origen autoinmune, con fármacos que frenan la destrucción de las células pancreáticas productoras de insulina en un estado muy incipiente.

Todos estos avances facilitan el día a día de las personas con diabetes pero para para ello se necesita un aprendizaje. Por tanto, educar a las personas con diabetes sigue siendo uno de los pilares fundamentales del tratamiento. Las nuevas tecnologías de la información pueden contribuir a este aprendizaje pero no pueden suplir a los profesionales sanitarios que realizan una educación programada y adaptada a las necesidades y velocidad de aprendizaje de cada persona.

Aunque se ha avanzado mucho sigue siendo la asignatura pendiente en la diabetes, no solo en países en vías de desarrollo sino también en países del primer mundo; el acceso a la educación no es equitativo, puede variar de acuerdo al distrito postal en el que se resida.

Cada 14 de noviembre, la Federación Internacional de Diabetes resalta un lema, una llamada de atención para población general y en especial para personas con diabetes, profesionales sanitarios y de investigación, así como de los gobiernos.

Este año el lema es Cuida tu futuro con diabetes. Esto es imposible sin educación en diabetes y sin profesionales educadores en diabetes. Tampoco funciona sin las autoridades competentes que faciliten este puntal terapéutico.

Este año la Sociedad Española de Diabetes (SED) y su Fundación (FSED), junto con la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI), ha celebrado de forma conjunta el Día Mundial de la Diabetes en Pamplona con una serie de actividades de acuerdo a las indicaciones de la Federación Internacional de Diabetes.


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