
Por Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Área de Trastornos Respiratorios del Sueño-Ventilación Mecánica-Cuidados Respiratorios Críticos de Separ.
Quedan pocos días para la vuelta al cole y la pregunta sería: ¿estamos preparados para una vuelta presencial sin contagios? La realidad es que se debe analizar la situación actual, muy diferente a la del año pasado. Con un alto porcentaje de población vacunada, pero con una mayor transmisibilidad entre los más jóvenes condicionada por la variante Delta. Conocido el impacto real de la quinta ola y la incidencia acumulada actual, parece prudente continuar aplicando las medidas de prevención que sabemos funcionan.
“Sin ningún lugar a dudas la principal medida preventiva sería la ventilación constante, cruzada y medible”
A diferencia del año pasado ya conocemos sobradamente que el SARSCoV2 es un virus respiratorio con los aerosoles como principal vía de transmisión. Las escuelas son espacios cerrados en los que pasan un largo periodo de tiempo una gran cantidad de personas. De ahí que la mejor forma de evitar los contagios sea la suma de las capas de protección que conocemos contra la COVID-19.
Sin ningún lugar a dudas la principal medida preventiva sería la ventilación constante, cruzada y medible. La importancia de medir la ventilación, fundamentalmente con medidores de CO2, radica en que va a depender del tamaño de la estancia, el número de alumnos y ventanas y el tiempo que ventilemos. Esta medida, que puede parecer sencilla, se puede hacer compleja para los docentes en determinadas circunstancias, en las que el medidor de CO2 puede ser un gran aliado. Cuando la ventilación natural no sea posible o no la permita la climatología, se debe asegurar o bien ventilación forzada o filtración por medio de filtros HEPA.
“Sigue siendo imprescindible el uso de mascarilla dentro del aula, FFP2 bien ajustada”
En segundo lugar, sigue siendo imprescindible el uso de mascarilla dentro del aula, FFP2 bien ajustada. Teniendo en cuenta que en los menores de 6 años esta no es obligatoria de debe establecer la implantación de grupos burbuja, que no tengan contacto entre grupos en ningún espacio cerrado.
Para finalizar, y como hemos visto el número de alumnos por clase condiciona tremendamente la posibilidad de contagios dentro de la misma, por lo que la siguiente medida más importante sería la de limitar la ratio de alumnos por aula. A estas capas se asocian las capas más conocidas e implantadas, la higiene de manos y la desinfección. Lo que parece claro es que para el control de los casos sería necesaria la realización de test de antígenos seriados, que son los que nos permitirían identificar a los infectados y hacer un aislamiento eficaz.
Con los menores de 12 años sin vacunar y la mayoría de los mayores de 12 con pauta incompleta no parece prudente depositar toda la estrategia preventiva de forma exclusiva en las vacunas, y debería acompañarse de medidas eficaces de prevención asociadas ya conocidas, para que además de tener escuelas abierta y educación presencial las tengamos sin contagios.