Estoy tratando de entender las razones que han llevado a los diputados y diputadas de la coalición de Gobierno a aprobar un dictamen en contra de la actual formación médica continuada (FMC). Además, incorporan dudas también sobre la investigación clínica, sobre su transparencia en España.
En primer lugar, he descartado que fuera por desconocimiento. Muchos parlamentarios socialistas conocen bien la sanidad y la han gestionado, y lo siguen haciendo, de forma eficaz. Diputadas y diputados socialistas, antes de que pase al Senado el dictamen de la Comisión para la reconstrucción para su ratificación, conocen muy bien cómo trabajan las Sociedades Científicas. Por tanto, las dudas surgen de la misma corriente que, de manera sistemática, pone en tela de juicio la colaboración público-privada.
Aunque sí estoy seguro de que son los mismos que no saben con profundidad cómo se forma en las Sociedades ni cómo se investiga, ni los controles ni transparencia que existen en ambos casos, muchos de éstos por organismos internacionales. Los “derechos” sobre la investigación es capítulo aparte. Por supuesto, investigar en el entorno público exige compartir, pero eso se recoge en el contrato correspondiente. Si una compañía no quiere ceder a España sus derechos sobre un hallazgo o investigación, probablemente es libre de irse a otro país a investigar. Quizás allí no le exijan el “total control público” al que hace alusión el dictamen aprobado en relación a la investigación.
Dudar ahora de la FMC es inoportuno, injusto y puede provocar un malestar general que a nadie beneficia
En política, las inoportunidades existen.
Sin embargo, no veo una oportunidad política. De hecho, dudar ahora de la FMC es inoportuno, injusto y puede provocar un malestar general que a nadie beneficia. Una encuesta del Barómetro de Intereses Sanitarios (BIS) elaborado por la UOC muestra que 6 de cada 10 españoles creen que los médicos tienen herramientas de formación suficientes a su alcance. Ahora que les expliquen que se las van a quitar. Sí, esos mismos cursos que se hacen ahora para explorar encuentros con intensivistas y COVID-19, riesgo cardiovascular y COVID-19 o vacunación antigripal en entorno de COVID-19. Cientos de ellos. Y los Congresos médicos, principal fuente para mantener las Sociedades.
La FMC debe ser continuada, v.l.r, desde el manejo del paciente renal con Covid-19 hasta el uso de biosimilares en oncología, ejemplos de hace días. La oportunidad política de dudar de la FMC en estos momentos es un craso error. Por ello y descartando lo mencionado, me parece que la parte incorporada a este dicatmen que apoyó también el PP y C’s es una cuota ideológica. La cuota de Unidas Podemos y sus reservas con la colaboración público-privada. Dicha aportación resultaba necesaria para que la coalición de Gobierno presentara un informe común de conclusiones.
PP y C’s mueven ficha
Los grupos parlamentarios PP y C’s se dieron cuenta de que no se podía echar por tierra todo el dictamen por este asunto, y decidieron incorporar una enmienda que contradice el 47.2. Elvira Velasco, diputada y portavoz del PP, no renuncia a librar la batalla por la FMC y las aportaciones a las organizaciones de pacientes. Una enmienda añadida in extremis que refuerza la colaboración público-privada “desde la transparencia”. ¿Será suficiente? Para Guillermo Díaz, diputado y portavoz de Sanidad de C’s, no hay dudas de que no se puede llevar a la práctica dicha prohibición.
Cardiólogos y Médicos de Familia dan las gracias a PP y C’s
El presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Ángel Cequier, ha agradecido a Elvira Velasco y Guillermo Díaz (portavoces del Grupo Popular y del Grupo de Ciudadanos) el apoyo a la financiación y colaboración público-privada a las sociedades científicas. Y el vicepresidente de SEMERGEN, José Polo, ha hecho lo propio en nombre de los médicos de familia. Nos podemos imaginar que habrá una catarata de reconocimientos a todos los grupos que se unan a proteger la formación y el modelo público-privado, único viable hoy en día
Prohibir la FMC es imposible por cuestiones legales, democráticas, de la propia Constitución Española, del derecho a la libre actividad empresarial y de la necesaria confianza en los sanitarios
Incompatibilidad de Cs y Unidas Podemos
Desde Unidas Podemos han destacado la incompatibilidad de llegar a acuerdos con C’s. El líder de la formación morada ha manifestado “ser incompatibles” con C’s. Liberar al Gobierno de la necesidad de los votos nacionalistas es un objetivo de C’s, como afirman sus líderes cuando hablan de apoyar al Gobierno de Pedro Sánchez. Pero eso provoca reacciones en la coalición de Gobierno. Si es así, entiendo que el dictamen es un toque de atención de Unidas Podemos, pero un ejercicio más teórico que práctico.
Además, prohibir la FMC es imposible de materializar por cuestiones legales, democráticas, de la propia Constitución española, del derecho a la libre actividad empresarial y de la necesaria confianza, ahora más que nunca, en los sanitarios. Quizás ahora lo entiendo.