migraña

La prevención, la comunicación con el especialista y el empleo de tratamientos específicos son algunas de las directrices que los especialistas recomendamos para un correcto abordaje de la migraña. Una enfermedad que afecta al 12% de la población, cerca de cinco millones de personas en España y, principalmente, mujeres.

Nuria González, especialista en el Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

La migraña es una enfermedad neurológica muy incapacitante que causa un fuerte dolor provocando, en ocasiones, náuseas, vómitos e intolerancia a la luz y al sonido. En consecuencia, esta sintomatología impacta en todas las esferas de la vida de una persona como la social, profesional y familiar.

Desde la consulta, los profesionales buscamos el mejor abordaje de la enfermedad con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance. El trato continuo con los pacientes es importantísimo para conocer cómo y cuánto afecta a cada individuo. Por ello, sabemos también que el impacto de esta enfermedad va mucho más allá de un simple dolor de cabeza cotidiano.

Es necesario diferenciar estos dos aspectos para que tanto los pacientes diagnosticados, como los que están por diagnosticar, comprendan que se trata de una enfermedad y, como tal, ha de tratarse debidamente por especialistas con los tratamientos adecuados. De hecho, acudir tempranamente a consulta puede cambiar el curso de la enfermedad, evitando que una migraña episódica de menos de 15 días al mes termine convirtiéndose en una migraña crónica. Y esto, finalmente, repercute en una mejor calidad de vida del paciente en el corto y largo plazo.

Desafortunadamente, es una enfermedad muy banalizada, lo que dificulta notablemente alcanzar un diagnóstico temprano en aquellas personas con signos claros de una enfermedad incipiente. Esta banalización de la enfermedad perpetúa la incomprensión y el estigma, afectando profundamente la calidad de vida de quienes la padecen. En este caso, la migraña es la primera causa de discapacidad en mujeres menores de cincuenta años.

Las pacientes, porque en su mayoría lo son, se ven muy limitadas durante un episodio de migraña para realizar las tareas cotidianas, las interacciones sociales o las actividades profesionales de ese momento. En concreto, una de cada cinco mujeres sufre de migraña, lo que impacta negativamente en su calidad de vida y provoca mayor desigualdad. 

A pesar de ello, podemos afirmar con satisfacción que en los últimos años se ha logrado un avance significativo. Hemos identificado numerosos factores involucrados en el desarrollo de la migraña, como los péptidos y el CGRP. No obstante, aún enfrentamos importantes desafíos, especialmente en el ámbito social, para asegurar que los pacientes logren un control óptimo de su enfermedad.


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