Los intensivistas advierten: las consecuencias de volver a interrumpir la atención sanitaria de otros pacientes graves sin coronavirus, en una segunda ola futura, serían dramáticas.

El coste de la suspensión de facto de la asistencia sanitaria por la Covid-19 (primera ola, Marzo 2020) está por establecer. Economistas, expertos en gestión sanitaria y distintas sociedades científicas alertan de las consecuencias que veremos en el futuro. Sí, hemos acelerado la telemedicina, las consultas virtuales y se han disminuido o retrasado muchas consultas que podían posponerse. Pero también se han quedado sin atención muchos pacientes que han fallecido en sus casas por una enfermedad o por una recaída que podría haberse detectado y tratado a tiempo.

Camas de UCIs dispuestas en el Hospital de Ifema.

La estadística de fallecidos en el año 2020 será reventada por la pandemia, como veremos al acabar el año

Ictus, infartos y otros problemas cardiovasculares, cáncer, afecciones respiratorias como asma o epoc…la lista es larga. En un año se saben las muertes por cada una de estas patologías en condiciones normales de asistencia sanitaria. La estadística de fallecidos en el año 2020 será reventada por la pandemia, como veremos al acabar el año. ¿Cuántos enfermos de epoc fallecerán en 2020 como consecuencia de no haber podido ser atendidos y tratados en sus exacerbaciones, más allá de los 30.000 fallecidos del año pasado? Por esta razón, no puede volverse a colapsar ni a dedicarse el 100% de la atención sanitaria a la Covid-19. Nunca más.

Los intensivistas concluyen que una 2ª ola de Covid-19 debe afrontarse con dos circuitos de pacientes dentro del hospital hacia las UCIs

Los intensivistas dan el primer paso

Han sido los que saben bien la gravedad de la Covid-19, los intensivistas, quienes lo han dejado bien claro a través de un debate organizado por su sociedad hace escasos días. La SEMICYUC y sus expertos concluyen que una segunda ola de Covid-19 debe afrontarse con dos circuitos de pacientes dentro del hospital hacia las UCIs: uno dedicado a pacientes con coronavirus y el otro a pacientes con otras patologías. En ningún caso dedicarse la totalidad de las camas y recursos a la Covid-19, porque eso sería un desastre aún mayor.

Por eso, un rebrote de infecciones por la Covid-19 deberá convivir con la hospitalización de pacientes con otras patologías y las UCIs deberán ajustarse a sus espacios naturales. Salas contiguas, refuerzos como el Hospital de IFEMA (que contó con pocas camas de UCIs por no ser necesarias, habilitar otras camas en los hospitales, etc.) todo con tal de mantener la asistencia a otros pacientes.

UCI
El número de UCIs son determinantes para el adecuado control de la mortalidad, cuando el número de contagios se dispara.

¿Hubieran muerto “igualmente” sin el virus los más mayores?

La guerra de cifras por las muertes en España no arroja dudas: han fallecido muchas personas más de lo habitual, con o sin coronavirus. Pero en muchos casos por falta de la atención necesaria, la ausencia de iniciativa o capacidad del propio enfermo por no desplazarse a un centro sanitario o por ambas cosas. Algunos investigadores han tratado de averiguar si las muertes por la Covid-19 en personas mayores hubieran sido igualmente “irremediables” debido a la avanzada edad.

Un italiano fallecido con 80 años por Covid-19 podría haber vivido hasta los 90 años.

La desescalada en la UCI: más lenta

Cuando todos están pendientes de las fases de la desescalada, las cifras de fallecidos diarios se siguen produciendo. Estudios teóricos de Marzo han establecido hacia la mitad de mayo como el periodo en el que las muertes diarias por la Covid-19 caerán hacia los niveles bajos (entre 0 y 15) que permitan poner fin a la primera ola. Pero los modelos teóricos se encuentran con los problemas de falta de diagnósticos, confinamiento y aislamiento de contagiados difícil de realizar con un éxito completo. Como es el caso de países como España. En estas mismas predicciones se establecían casi 20.000 fallecidos en España. En la actualidad llevamos 26.621 fallecidos según los datos oficiales.

La pregunta es así de concreta: ¿Habrían muerto la mayoría de las víctimas pronto, sin el virus? Algunos se han apresurado a afirmar que dos tercios de los fallecidos “hubieran muerto igual antes de un año”. Consideraciones éticas aparte, por el tufillo que desprende esta afirmación, no se sostiene esta hipótesis. Un grupo de investigadores de universidades de Escocia han analizado los fallecimientos de británicos e italianos y han establecido que los años de vida potencialmente perdidos (AVPP), o años de esperanza de vida, han sido de 11. Los autores concluyen que un italiano fallecido con 80 años por Covid-19 podría haber vivido hasta los 90 años.

La mortalidad está muy relacionada con la disponibilidad de las camas de UCIs. Ahora ya se está mucho más preparado para que no se produzca el colapso sanitario y posterior pico del 2 de abril, en el que casi 1.000 personas fallecieron en un sólo día. La adaptación es la esencia del ser humano, y se ha puesto de manifiesto en los especialistas médicos. Distintos aparatos de procedencia en las UCIs, aprender a manejarlos, calibrarlos, nuevos protocolos… y nuevas esperanzas. Porque estamos preparados, hemos aprendido y ya nos estamos haciendo las preguntas correctas pensando en los próximos meses.