Es frecuente escuchar en los diferentes foros de profesionales sanitarios que la falta de recursos es un escollo para dedicar todo el tiempo y atención que les gustaría o deberían a la consecución de sus objetivos, entre los que se encuentra su formación médica continuada (FMC). Entre esos recursos, el denominador común para todos los targets -independientemente de su especialidad- siempre es la falta de tiempo. Aún siendo conscientes de que la formación médica es clave para la obtención de resultados en salud, la falta de tiempo no les permite siempre estar todo lo actualizados que quisieran, ya que priorizan ese tiempo en la atención a sus pacientes.

En el documento de posicionamiento estratégico de FACME en FMC también se destaca la falta de tiempo como una de las principales debilidades con las que se encuentran los profesionales médicos para poder compaginar la elevada carga asistencial que tienen con la formación y/o la docencia.

Pero ¿es realmente el tiempo un recurso? La Real Academia Española (RAE) define el tiempo como una magnitud física con la que se mide la duración o separación de acontecimientos. Se entiende que, si esta magnitud nos sirve para conseguir nuestros objetivos, se trata de un recurso. En este caso, del recurso finito más preciado.

Ahora que las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina, si tuviéramos que escribir la carta a los Reyes Magos para que nos concedieran los recursos necesarios para invertir en una FMC de calidad, ¿les pediríamos tiempo sabiendo que, ni siquiera sus majestades (por muy magos que sean), pueden alargar las horas del día?

¿Es de verdad la falta de tiempo el problema? Si el tiempo es un factor que no podemos cambiar, centrémonos en aquellos factores que sí dependen de nosotros y de nuestras decisiones: recursos humanos, nuevas tecnologías, barreras geográficas, etc. El foco debe estar en analizar y optimizar la gestión de todos los recursos disponibles con el fin de tener una mayor accesibilidad a la formación médica de forma flexible, de tal manera que se pueda compaginar actividad formativa, docente, asistencial e investigadora.