La expectativa de vida de una paciente con cáncer de mama es alarmantemente distinta en una ciudad como Madrid o Barcelona de la que puede tener en otra provincia. Incluso no es la misma en unos hospitales que en otros, dentro de la misma provincia. Nos hemos centrado demasiado en los beneficios de gestión de la sanidad autonómica y hemos puesto poco esfuerzo en reforzar la equidad. Las diferencias territoriales son un problema que fomentan la desigualdad entre los españoles. Y hablamos de un problema serio de salud.
Cribados de cánceres, actuaciones urgentes en ictus, equipos asistenciales…en muchos casos la inequidad es el principal problema sanitario a resolver.
Algunos expertos dan pautas muy claras sobre las recomendaciones a realizar en el caso del cáncer.
CC.AA.
Los territorios deben ayudarse con generosidad, y en muchos casos eso se hace de forma habitual. Centros de referencia en Galicia, Madrid, Cataluña o Cantabria son accesibles a personas de otros territorios. Incluso con la generosidad de ceder algún profesional sanitario en “comisión de servicios” a una zona con una alarmante necesidad de un médico especialista. Las CC.AA. tienen una colaboración entre ellas que es buena para la salud de sus ciudadanos y ciudadanas.
Como no fue posible aprobar una nueva Ley de Equidad que actualizara a la ley de 2003, hacemos aguas en materia de equidad. Pero resulta complicado una Ley a corto plazo con el consenso de todos los partidos, al menos los principales grupos parlamentarios. Resultaría absurdo aprobar una ley de Equidad sin contar con los apoyos de los partidos que Gobiernan las autonomías, especialmente el PP en estos momentos. Pero no tenemos Gobierno, lo complejo del equilibrio parlamentario actual hace muy difícil aprobar siquiera una ley, salvo que los dos principales grupos parlamentarios se entiendan, y no es el caso.
El funcionamiento del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS), coordinado por el ministerio de sanidad, será una prueba de fuego en relación a un probable Gobierno del PSOE, en coalición minoritaria con Sumar y con el apoyo de otros grupos y partidos. Pero el PSOE gobierna sólo en tres autonomías (Asturias, Castilla La Mancha y Navarra), y el bloqueo de la relación con el PP en el Congreso no debería trasladarse al CISNS si se quiere que sea operativo este organismo coordinador.
Quizás la sanidad pueda escapar, en los aspectos territoriales, a la disputa estéril partidista. España necesita afrontar sus prioridades sanitarias desde la colaboración política.
Futuro Gobierno
La formación de un futuro Gobierno en España es ahora una incertidumbre. El partido que ha ganado las elecciones no ha superado una mayoría absoluta y tendrá complicada la investidura. Si ésta falla y el PP no consigue superarla, será el turno de la coalición de PSOE con Sumar. Este bloque progresista de izquierdas, más los partidos nacionalistas de derechas (PNV), independentistas de izquierdas (Bildu y ERC) e independentistas de derechas (Junts) pueden ponerse de acuerdo una vezen la investidura, pero es un reto que sea así para el resto de leyes de la legislatura, incluidas las sanitarias.
Senado
La cámara territorial tiene más certidumbre y cuenta con la mayoría absoluta del PP. Su papel debe ser constructivo y de defensa de la igualdad de los españoles. Evitar el enfrentamiento permamente entre los grupos y facilitar el entendimiento entre territorios debería ser un objetivo prioritario. Siempre se habla del papel del Senado en la equidad. Ahora que desde Cataluña y País Vasco quieren abrir el melón de las diferencias entre territorios, debería pensarse en la brecha de desigualdad que puede ampliarse en España si no se hace con la vista puesta en todas las CC.AA. Porque hablar de financiación autonómica es hablar de equidad en materia sanitaria.