Muchas cosas deben cambiar, rediseñarse y dotarse de recursos suficientes para que la sanidad sea más operativa y eficaz. Las deficiencias del sistema sanitario en nuestro país no impiden que sea el más universal y completo del mundo. España está entre los mejores sistemas sanitarios del mundo, confirmado de manera periódica por distintos análisis.
A pesar de sus carencias, en pocos países la asistencia sanitaria reúne la combinación de universalidad y calidad que nuestros profesionales y las inversiones de las CC. AA., y el Gobierno de España, proporcionan.
Las distintas especialidades y áreas médicas requieren de un proceso de revisar necesidades actuales. Las distintas Sociedades Científicas trabajan en identificar y proponer planes para reconstruir el Sistema Nacional de Salud (SNS). Una reconstrucción necesaria tras la suspensión de la asistencia sanitaria que provocó el colapso de los hospitales, en casi todos los países del mundo.
Tras el mencionado colapso, hemos vuelto a la cruda realidad: el SNS necesita recuperar e intensificar su actividad para alcanzar la “normalidad” de la atención a los pacientes. Porque conocemos los problemas que afrontamos: Retrasos en el diagnóstico o consultas, tratamientos interrumpidos y pruebas diagnósticas o controles rutinarios no realizados, entre otros.
Y no nos olvidamos de toda la actividad quirúrgica bloqueada en distintos periodos durante 2020 y que arrastramos en el presente 2021. Para que los hospitales recuperen su actividad, en la medida de lo posible, y a un ritmo razonable, es preciso que la atención primaria de un paso al frente.
La atención primaria (AP) debe aligerar la llegada de pacientes a los hospitales y a sus urgencias. Y eso significa recursos y una apuesta decidida.
La reconstrucción durante la pandemia
La paradoja es que debemos comenzar la reconstrucción cuando la pandemia continúa, porque las necesidades asistenciales son acuciantes. Si la atención primaria no recupera su actividad, los hospitales seguirán sin funcionar en condiciones óptimas, y la puerta de entrada de las urgencias seguirá ocupándose de pacientes que deben y pueden ser atendidos en la atención primaria.
Semergen, la sociedad española de médicos de familia, ha elaborado un documento multidisciplinar oportuno y urgente. Es preciso que la AP sea más resolutiva, mejor organizada y más valorada. No puede quedarse a un lado como ha ocurrido en algunas regiones durante los momentos más delicados de la pandemia. Si la AP suspende o ralentiza su actividad (obligada por las circunstancias) el bloqueo de la atención especializada es la consecuencia inmediata.
Aunque hay que impulsar la asistencia no presencial y la telemedicina, es preciso que en el proceso no se dejen pacientes, sin cultura ni capacidad tecnológica, sin atender.
Plantillas
José Polo, presidente de Semergen, ha llamado a las administraciones sanitarias a tener en cuenta las 10 propuestas de recomendaciones. Entre las peticiones figura el acceso a las tecnologías de la información, aspecto esencial para tomar decisiones tanto micro como macro.
Es necesario un debate y diálogo permanente para priorizar los cambios necesarios en la AP de nuestro país. Los PGE de 2022 del Gobierno de España incluyen más de 1.000 millones de € de los fondos europeos para facilitar esos cambios, pero es preciso que también las CC. AA. prioricen en sus presupuestos y planes la AP. Hacerlo de manera coordinada con el ministerio puede evitar que tengamos una AP de varias velocidades en las distintas CC. AA. y la inequidad se convierta en un problema inmediato.