Decía Gilbert K. Chesterton que “cuando una cosa merece la pena, incluso merece la pena hacerla mal. Pero la sanidad siempre ha sido una excepción: siempre ha tenido que hacerlo más que bien, muy bien. La calidad a través de los procesos, la eficiencia a través de los análisis, la evidencia científica de la práctica médica… no hay hueco para “hacer las cosas mal”. Aunque, como decía Chesterton, merece la pena incluso hacerlo mal.

Equivocarse en el intento

Pero ¿equivocarse en el intento es hacerlo mal? Por supuesto, no me refiero al error humano, que siempre estará presente, sino a la planificación y la exigencia que la sanidad tiene en todos sus procesos, procedimientos y prácticas. Me refiero a las decisiones de los gestores y de los políticos en sus distintos niveles.

“¿Debemos ir despacio y tomar precauciones o hay que arriesgarse sabiendo que el beneficio y la necesidad son aún mayores?

Decisiones macro y micro

Aun así, durante la pandemia se han tomado decisiones que han ido en contra de estos principios, pero han ido a favor del objetivo de salvar vidas. Muchos médicos y médicas han hablado de “medicina de guerra” en los peores momentos. la urgenxcia del momento obligaba a tomar una decisión que podía no tener el sustento de la experiencia o la seguridad del protocolo.

Las decisiones micro salvaron vidas. La cuestión es ¿debemos ir despacio y tomar precauciones o hay que arriesgarse sabiendo que el beneficio y la necesidad son aún mayores?

A nivel macro, nadie se ha librado de compras obsoletas, retrasos en las decisiones, e inversiones que han parecido desmesuradas. Y el resultado de todo esto ha sido razonable. Era lo que se tenía que hacer. pero sería injusto meterlas todas en el mismo saco, porque unas han sido muy buenas decisiones y otras… el error humano y el fallo que comporta.

Inversiones a todos los niveles

La Unión Europea ha invertido en la lucha contra la pandemia miles de millones de euros. Pero también ha tomado la decisión de avanzar en el Plan de cáncer durante 2020, dotado de recursos económicos. Estos recursos “serán los que tengan que ser” en palabras de la presidenta de la Comisión, la primera funcionaria de la Unión Europea, Ursula von der Leyen.

“El Gobierno de España y las CC.AA. han tomado decisiones arriesgadas, unas veces no han tenido mUcho éxito y otras el beneficio es claro”

España ha invertido durante la pansdemia, y sigue invirtiendo, en vacunas, refuerzo de personal, investigación, instalaciones o material diverso. El Gobierno de España y las CC.AA. han tomado decisiones arriesgadas, unas veces no han tenido mucho éxito, y otras el beneficio es claro. Hay hay aciertos y errores en todas partes.

Por ejemplo, se han comprado test sin la fiabilidad adecuada al comienzo que han sido devueltos, enmendando el error. Y también se ha invertido en hospitales (unos de campaña y otros permanentes) que no hemos podido valorar en su justa medida hasta ahora.

El Hospital de Pandemias de Madrid

Hace escasos días entraban en Urgencias de un gran hospital de Madrid 19 pacientes con COVID-19. Un total de 15 de ellos fueron derivados al Hospital de Pandemias Enfermera Zendal de Madrid. Un jefe de servicio de dicho hospital me comentaba al respecto: “Gracias a eso podemos ocuparnos de otros pacientes no COVID que lo necesitan”.

Hay riesgos que sí merece la pena tomar, sin duda. Y sólo el tiempo da la razón o la quita.

Estrategia nacional del cáncer: ¿Y ahora?

En Oncología asistimos a la presentación de la Estrategia Nacional de Cáncer, que ya ha recibido el visto bueno del Consejo Interterritorial de Salud. Un documento de casi 250 páginas más bibliografía que contiene en su mayoría datos epidemiológicos y recomendaciones estratégicas. Pero no cuenta qué se va a hacer y no identifica y asigna los recursos presupuestarios para llevar a cabo dichas estrategias. Las sociedades científicas ya han recomendado la asignación de fondos para el desarrollo de la medicina personalizada.

Respuesta de SEOM y ASEICA

Una parte esencial de la asistencia oncológica es la medicina personalizada. ASEICA (Asociación Española de Investigación del Cáncer) y SEOM (Soc. Española de Oncología Médica), a través de sus presidentes, el Dr. Luis Paz-Ares y el Dr. Álvaro Rodríguez-Lescure, insisten en que es precisa una apuesta clara de las administraciones sanitarias con una financiación adecuada para la medicina personalizada.

“Esta pandemia ha demostrado que, cuando hay voluntad política, la salud es lo que dirige las decisiones de los gobernantes”

Esta pandemia ha demostrado que, cuando hay voluntad política, la salud es lo que dirige las decisiones de los gobernantes. Con 250.000 nuevos casos de cáncer al año en España no debería haber duda de la necesidad de facilitar que reciban el tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades. No es que en España no ponga en marcha la medicina personalizada, sino que es necesario un plan coordinado y asegurar que la equidad en la asistencia oncológica se garantiza.