DE QUIROGA,
Presidente Editor de GM
Tuve la oportunidad de conocer a Miguel Ángel Sánchez Chillón durante el debate que celebró GM con las cuatro candidaturas, el primer debate de las elecciones. Lo que sabía de él es que es un incansable médico de muchas batallas, y que quizás en alguna de esas batallas se le había ido la mano. Me preocupaba el excesivo tono de lucha constante y, en ocasiones, llevada a extremos que quizás excedieran la necesidad. Por eso trasladé una duda razonable sobre si se trataba de que una especie de “marea blanca” pudiera entrar en el Colegio, porque creo que una institución como el Colegio de Madrid debe estar ausente de politizaciones tan evidentes. No digo que no pueda tener uno inclinaciones políticas, sino que el Colegio esté en otras batallas del conjunto del colectivo médico, y no de unos partidos. Esta duda se fue despejando durante el proceso electoral, en el que pude ver a un candidato, y ahora presidente, razonable y pragmático en sus posturas. Lo ha afirmado al conocer el resultado electoral: ser el presidente de todos los médicos. Además, con un sólido 38 por ciento de los votos, pero a sólo 700 votos del siguiente, Guillermo Sierra, siempre vigilante como lo fue en la legislatura pasada. Más del 60 por ciento de los médicos han votado por otras candidaturas y esperan un presidente de todos. Los nuevos estatutos, los manuales de contratación o el código de conducta, defendido por el ahora presidente, son aspectos que beneficiarán la labor colegial. En definitiva, Sánchez Chillón supone abrir las ventanas de un Colegio que necesitaba renovar el aire, ante el peligro de volver a tener más de lo mismo. Si hubiera una figura de “oposición” se la llevaría el segundo, Guillermo Sierra, un candidato de última hora pero un representante de muchos años, que va a trabajar con el celo ya demostrado.
