| viernes, 18 de enero de 2019 h |

Demasiadas expectativas se han vistos truncadas. Pero también muchas promesas se han quedado desnudas. A los más fieles les quedará al menos la esperanza de que el año que viene habrá otra oportunidad, como venden los anuncios de la lotería de Navidad. El Fondo de Cohesión vivirá otro año más bajo una desnutrición que ya se ha hecho crónica. Pero el mayor de los problemas es la cantidad de tareas que cada administración le otorga a este fondo.

Los 3,7 millones de euros no son suficientes para su tarea primaria: la de compensar a las comunidades autónomas por los tratamientos que realicen a desplazados de otras comunidades. Pero es que además, los consejeros, sobre todo los de signo socialista, también ha solicitado hasta el hastío que ese fondo compensara algunas de las innovaciones disruptivas que irrumpían en el abanico terapéutico. No habrá para lo primero ni tampoco para lo segundo, por lo que la sanidad española volverá a incurrir en déficit por el mal endémico de la infrafinanciación.

La falta de dotación para este fondo se vuelve más amarga si se tiene en cuenta que la última enmienda que realizó el PSOE a los presupuestos del PP fue, además, la de la creación de un fondo para la innovación dotado con 150 millones de euros. La pregunta que es inevitable hacerse es la siguiente: ¿Por qué un partido tan acostumbrado a gobernar plantea un incremento presupuestario que después no es capaz de asumir? La respuesta más inocente es aquella que alude a cosas de la política pero la sanidad, esa que debe ser pública, de calidad y sostenible, no debería estar al albur de juegos de oposición.

La decisión de congelar el fondo de cohesión hasta que se acometa una modificación del mismo en colaboración con las comunidades autónomas nubla el futuro. Esta semana GACETA MÉDICA ofrece en exclusiva el documento de consenso firmado en el Senado sobre medicina genómica. Este hito, sin lugar a dudas, es el más relevante de 2018 pero va nacer lastrado. Dice en uno de sus puntos que la financiación de esta estrategia se debe acometer, entre otros, por el Fondo de Cohesión. Poco o nada se podrá hacer en 2019 con 3,7 millones de euros. Nueva oportunidad perdida. Esta vez, incluso, con un sabor de boca ácido. A la hora de la hora, la sanidad se vuelve a quedar sin una vía decente de financiación.