El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas trabajan al unísono, y lo hacen frente al cáncer. El último Consejo Interterritorial adelantó acuerdos que eran necesarios desde hace tiempo. Por un lado, puso sobre la mesa el borrador de la actualización de la Estrategia Nacional del Cáncer “urgente y necesaria”, como dicen los expertos. Por otro lado, llegó a un consenso para hacer frente al impacto que la pandemia ha tenido en la atención oncológica. Dos hitos que pueden ser el pistoletazo de salida para trazar el marco de la medicina de precisión.

Lo cierto es que este plan requiere de financiación. Lo vienen avisando los oncólogos. “La inversión en cáncer es necesaria para hacer frente a los avances”. Lo es también para el diagnóstico molecular y su implantación en la práctica clínica de manera habitual; los cribados para los diferentes tumores; y el acceso a las innovaciones.

Uno de los ejes de este plan es, precisamente, fomentar la investigación. Los grupos cooperativos de investigación en oncología llevan tiempo alertando de la necesidad de un respaldo. También lo destaca el presidente de Aseica, Luis Paz-Ares, en su balance con GM. Impulsar la investigación cooperativa, dice, con redes multidisciplinares de diferentes tipos de expertos y actuando de manera coordinada para acometer mejor los avances.

El plan no es ajeno a este nuevo modelo de medicina. Así, al menos, lo reza en su texto. “La implementación de la medicina personalizada impactará mucho en los pacientes”, apunta el borrador, destacando la necesidad de “ofrecer equitativamente el acceso a la medicina de precisión con independencia de donde sean diagnosticados los pacientes de cáncer”.

Otro de los ejes que destaca es precisamente el proceso diagnóstico. El papel de los biomarcadores y su evaluación dentro del sistema. “Estos se deben de utilizar de forma conjunta con el diagnóstico patológico”.

Entre las líneas de actuación prioritarias que recoge el nuevo plan destaca la financiación de la investigación oncológica como área prioritaria de política, así como la investigación clínica en tumores raros y en diferentes estrategias de cribado para las que no se dispone aún suficiente evidencia.

Por otra parte, ministerio y autonomías acordaron la estrategia específica de COVID y cáncer. Este plan reconoce el impacto que tendrá el retraso en el diagnóstico, tal y como la propia SEOM vaticinó hace unas semanas. Evaluar el impacto de la pandemia e impulsar políticas no puede demorarse más.

Hace unas semanas, la propia Carolina Darias anunciaba más de dos millones de euros para estas estrategias en cáncer. ¿Será suficiente para abordar todos estos retos, o por el contrario, habrá que actualizar también el presupuesto?