Cada 19 de octubre, las redes sociales, medios de comunicación y webs corporativas se inundan de rosa. El color del cáncer de mama que, como dice el lema de este año, “es más que un color”. De hecho, es un color que representa a las 35.000 personas que serán diagnosticadas este año y a las más 144.000 que ya lo sufren, según ‘Las Cifras del Cáncer de SEOM‘.
Continúa siendo el cáncer más frecuente en mujeres españolas, seguido del de colon y pulmón. También la principal causa de muerte en ellas. Por tanto, tal y como se reclama desde la Asociación de Española del Cáncer de Mama metastásico (AECMM), los discursos positivos han ayudado a concienciar sobre la enfermedad, “pero edulcoran su potencial gravedad y la dura realidad a la que se enfrentan las pacientes”.
El dato positivo, que la mortalidad está disminuyendo desde hace cinco años. Y es que este tumor ha experimentado una auténtica revolución terapéutica. Desde el inicio de las mastectomías radicales en el siglo XIX hasta la reciente introducción de los anticuerpos inmunoconjugados (ADCs o conjugados anticuerpo-fármaco), se han vivido décadas de avances que se traducen en tasas más altas de curación, supervivencias más prolongadas y un incremento en la calidad de vida.
El punto de inflexión fue la llegada de la biología molecular en el año 2000. El conocimiento de la heterogeneidad del cáncer de mama permitió clasificar y definir los diferentes tumores: hormonosensibles, definidos por receptores hormonales positivos/HER2-negativo, tumores con sobreexpresión de HER2, y tumores triple negativos, definidos por la ausencia de expresión de receptores hormonales y HER2; con importantes diferencias pronósticas y terapéuticas.
A partir de ahí, los nuevos desarrollos terapéuticos se han enfocado en adecuar las terapias a los subtipos principales. Esto ha permitido en los últimos 20 dar la vuelta al pronóstico de la enfermedad.
Sin embargo, no se puede ignorar que cada año se producen cerca de 7.000 fallecimientos enfermedad. Por tanto, hay que seguir. Lo que tenemos no es suficiente.