Esta semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba un ambicioso Plan de Choque para reactivar la Ciencia y la Tecnología. Un proyecto con medidas a corto y medio plazo, que forma parte de una apuesta a largo plazo y estará imbricado en la futura estrategia científica 2021-2027 que se presentará en próximas semanas. El programa también está diseñado para complementarse con el plan de recuperación económica que se tiene que acordar de manera inminente en el seno de la Unión Europea.

En su puesta de largo, el líder del Ejecutivo ha destacado que este plan de choque es algo más que palabras. Prueba de ello es que viene acompañado de financiación. Para su desarrollo se plantea una inversión de 1.056 millones de euros en ayudas directas a la investigación.

En este contexto, el presidente del Gobierno ha confirmado en el segundo semestre de este año verá la luz la Estrategia de Medicina Personalizada, que desde hace un tiempo se venía anunciando. Sin duda, una buena noticia que pone en valor lo que los expertos nos cuentan desde hace tiempo, y es que la medicina de precisión es ya el presente.

Además, la apuesta se materializará con la creación de un Centro Estatal de Terapias Avanzadas, orientado a la investigación, desarrollo y potencial fabricación y distribución en el SNS de este tipo de terapias que favorecerá igualmente la investigación privada en este campo.

El Ejecutivo reforzará el papel del Instituto de Salud Carlos III, una petición reiterada en la Comisión para la Reconstrucción

Un paso fundamental para el avance de las CART, el terreno en el que se mueven ya varios hospitales españoles que desarrollan este tipo de inmunoterapia que ha devuelto la esperanza a muchos pacientes.

Junto a la fecha en el horizonte, la mejor noticia es que por fin hay un presupuesto específico para ello, un total 77,3 millones de euros. Sin entrar a juzgar si será suficiente (habrá que preguntar a los que saben), el hecho de que se hayan puesto sobre la mesa recursos económicos es ya un paso.

El plan anunciado también supone un respaldo a los programas de investigación, en stand by desde hace tiempo. No hay que pasar por alto que resulta clave retener la fuga de investigadores de nuestro país. Habrá que confiar en que este impulso les permita investigar en casa.

Más allá de la medicina de precisión, parece que Pedro Sánchez también ha estado atento a las peticiones de los expertos que han pasado por la Comisión para la Reconstrucción, a juzgar por la decisión de reforzar el papel del Instituto de Salud Carlos III, una de las peticiones comunes en el sector sanitario. Además, el plan contempla destinar seis millones de euros para reforzar el Centro Nacional de Microbiología y el Centro Nacional de Epidemiología.

El tiempo, y la opinión de los especialistas, dejarán ver si los recursos anunciados son o no suficientes. Por ahora, lo que sí parece real es que esta apuesta por la ciencia no aspira a ser un canto al sol.