Cada gala de los Premios BiC es única e irrepetible. Después de 17 años celebrando la calidad en la atención al paciente sabemos que siempre es una auténtica fiesta en la que celebrar el trabajo de todas las personas, médicos, pero también el resto de profesionales sanitarios y no, que dan vida a los hospitales y centros de salud en nuestro país. Esa red sanitaria que teje el valiosísimo Sistema Nacional de Salud que, como tantas veces escuchamos, constituye un auténtico pilar del estado del bienestar para la sociedad española.
Es también una oportunidad para dar visibilidad al trabajo bien hecho desde la Administración sanitaria. En este sentido, hemos tenido el honor de contar con la presencia de seis consejeros: el anfitrión, Enrique Ruiz Escudero, consejero de Madrid; Julio García Comesaña, conselleiro de Galicia; Patricia Gómez i Picard, consejera de Baleares; Raúl Pesquera, consejero de Cantabria; José María Vergeles, consejero de Extremadura, y Sira Repollés; consejera de Aragón.
Tras dos años marcados por la crisis sanitaria, la gala de este 2022 recupera su esencial habitual. En un auditorio repleto de autoridades, personal de los servicios galardonados y responsables de las compañías patrocinadoras, ya sin mascarillas ni distancia de seguridad, el sector sanitario estuvo más cerca que nunca.
Cada una de las intervenciones, desde los discursos de las autoridades y organizadores de los premios, con el apoyo insustituible del ámbito académico a través de la Cátedra de Innovación y Gestión Sanitaria de la Universidad Rey Juan Carlos personificado en la figura de Ángel Gil, hasta las pequeñas intervenciones de cada uno de los premiados, ponen el foco en lo importante. El valor incalculable del trabajo en equipo, la necesidad de innovar a cada minuto, la cultura de la calidad compartida…
Cada palabra cuenta, pero lo cierto es que algunas reflexiones despertaron la intensidad de los aplausos en la sala. El premio compartido, por ejemplo, por el equipo de los ganadores del galardón a la Mejor OSI de Atención Primaria con todos los médicos de familia, según remarcó Coro Sánchez, responsable de uno de los centros de salud que la integran, es un buen ejemplo. Un aplauso de apoyo a la situación que viven en este momento, como reflejó en sus palabras.
Otro momento especial: el reconocimiento de los ganadores a la Mención de Honor en CAR-T a las mujeres de la Unidad. Palabras de agradecimiento y reconocimiento porque es consciente de que mujeres y hombres en el ámbito sanitario no están en igualdad de condiciones, principalmente por los roles sociales más allá del trabajo.
Un último apunte que recordar sobre la reflexión del jefe del servicio ganador en Hepatitis C, que alcanza también el sello 5 estrellas. Ojalá cuando puedan volver a presentarse al cabo de unos años, siguiendo las bases de estos premios, la categoría haya desaparecido. Eso supondría, afirmó, la erradicación de la enfermedad. Un deseo compartido por todos y en todas y cada una de las patologías que siguen desafiando a los profesionales sanitarios en nuestro país.