Donde dije digo, digo Diego… Podríamos haber titulado este editorial tirando del refranero popular, pero hemos decido ser más reivindicativos y utilizar la perspectiva histórica para reclamar; instar y pedir… porque es #TiempoDeReconocer.
Es tiempo de reconocer a unos especialistas que han trabajado de manera infatigable a lo largo de los últimos años, especialmente de este último. Es tiempo de reconocer dos especialidades que hoy en día no tienen una acreditación ni certificación profesional en el Sistema Nacional de Salud. Urgencias, emergencias e infecciosas han estado, junto al resto de especialistas, en primera línea de batalla de la pandemia. Por ello, no se entiende no ponerlas al mismo nivel.
En el mundo, más de 100 países tienen reconocida la especialidad de Urgencias y Emergencias. En Europa todos los países, a excepción de Chipre, España y Portugal, cuentan con esta acreditación. De manera paralela, en Europa no existe la especialidad de Infecciosas en Bélgica, España y Chipre, frente al resto de países que si cuentan con esta certificación.
Pero si dejamos a un lado el mapa,
poniendo el foco en nuestro país basta con tirar de hemeroteca para ver los vaivenes y vueltas que da la vida. A lo largo de la última década, los principales partidos políticos han elevado a las Cortes propuestas para reconocer a estas especialidades. Desde el PP y el PSOE, pasando por la antigua CiU, hasta Ciudadanos y Vox… Todos y cada uno de ellos han mostrado interés en acreditar a estos profesionales, si bien, y como nos muestra el archivo, cuando llega el turno de votar: o sale adelante o se rechaza, pero de cualquier modo y ocurra lo que ocurra siempre se atasca en las Cortes. Desde Sanidad no se llega a dar el paso de aprobarlas, a pesar de las promesas.
Más de un año después desde que comenzó la pandemia la incredulidad se ha ceñido en estas plantillas que solo piden lo que, a su juicio, les corresponde.
Es tiempo de reconocerles y de agradecerles ese esfuerzo y qué mejor manera de hacerlo que con una formación reglada y homogénea para todo el territorio nacional. En un tiempo en el que remarcar la equidad se ha convertido en un hit sanitario: no hay excusas, es tiempo de reconocer. Pongamos el contador a cero.