Desde hace dos años los sindicatos nacionales están reuniéndose con el Ministerio de Sanidad para llegar a un acuerdo y redactar un nuevo Estatuto Marco con el que todos los sanitarios se sientan conformes. Este documento rige las condiciones laborales de los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS), y como muchas cosas en este país, desde 2003 no se ha modificado. Los sanitarios llevan 22 años esperando a que se redacte uno nuevo, y es por ello que los sindicatos buscan que este documento sea perfecto.
Sin embargo, con el paso de las semanas, los conflictos por este documento han ido en aumento y con ello, han desaparecido las ‘ilusiones’ de los sanitarios de tener unas condiciones laborales dignas. En enero de este año se filtró el borrador en el que estaba trabajando el ministerio y ha sido ese documento el que ha disparado todas las alarmas, y por el que ha comenzado todo este revuelo que parece no tener fin, pero sí un objetivo.
Han sido principalmente los médicos quienes han alzado la voz, cansados de que un documento que debería reflejar sus condiciones laborales solo sirva para discriminarlos o, lo que es peor, ignorarlos. Sus exigencias han sido claras y directas, mientras Sanidad se ha mantenido firme propuesta.
Es por ello que los sindicatos médicos han tomado la iniciativa y han convocado varias manifestaciones, junto con una huelga médica en mayo. Además de crear agrupaciones sindicales o nuevas organizaciones, todo ello con el único objetivo de que sus peticiones sean escuchadas y se valoren en las negociaciones para lograr un Estatuto Marco que mejore sus condiciones laborales.
No buscan bajo ningún concepto que el conflicto siga escalando, pero quieren que se les tenga en cuenta en unas negociaciones donde su representación casi no llega al 20%. Lo llamativo es que esta semana, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), uno de los sindicatos nacionales que forma parte del Ámbito de Negociación, también convocará movilizaciones al no haber alcanzado un acuerdo con Sanidad. Esto ocurre después de que enviaran una carta a la ministra de Sanidad, Mónica García, con un ultimátum, exigiendo que el ministerio presente una nueva propuesta que incluya mejoras salariales y una nueva clasificación para todos los colectivos y categorías en el Estatuto Marco.
Todas estas manifestaciones, huelgas, agrupaciones, reuniones, cartas y ultimátum tienen un fin y todo este esfuerzo y espera deben valer la pena. Han sido 22 años sin que nadie se plantee y modifique un documento fundamental para los sanitarios, y ahora es el momento de que ese Estatuto Marco creado por «genios del mal» termine.
Sin embargo, y esto es un hecho, los conflictos y la falta de acuerdo por parte de los sindicatos y Sanidad puede degenerar en que el ministerio ponga fin a las negociaciones y el Estatuto Marco de 2003 se quede vigente hasta el fin de los tiempos. Y todos los sanitarios se queden con la miel en los labios de una mejoría que nunca llegará.