El contador situado en la cabecera de la home la página web de GACETA MÉDICA recoge una cifra redonda al cierre de esta edición: 555 días de pandemia y, tal y como reza textualmente, “aún no existe en España la especialidad de Urgencias e Infecciosas”.#TiempoDeReconocer.

El reloj avanza y nuestro periódico sigue dando voz a los protagonistas de esta petición antológica, y apoyando su reclamación, esta vez con una entrevista al presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Antonio Rivero, que esta misma semana defendía su postura alto y claro: “No se trata de crear una nueva especialidad, sino de reconocer un hecho real”.

Los argumentos son de sobra conocidos. La realidad es aplastante, hay un centenar de servicios de Enfermedades Infecciosas en los hospitales españoles y el problema, esa falta de reconocimiento, se arrastra durante los últimos 20 años.

La irrupción del SARS-CoV-2 vino solo a confirmar lo que ya apuntaba el desafío del VIH y o la amenaza de las infecciones multirresistentes, y es que es básico garantizar la formación de los especialistas que lucharán en primera línea contra todos ellos. Hoy por hoy, la única vía que ha demostrado su capacidad para hacerlo de manera óptima, y asegurar el relevo generacional es, tal y como indica Rivero, el sistema MIR.

A pesar del gran apoyo social y de los anuncios de dos ministros ante el Parlamento, la especialidad sigue en stand by

No es una reivindicación profesional, insiste, porque ellos seguirán en sus servicios haciendo el mismo trabajo, pero entendemos todos que hay que mirar hacia el futuro y que es el momento de que se cumplan las promesas.

Haciendo un recorrido histórico, el presidente de Seimc recuerda que la especialidad ha estado a punto de aprobarse en un Consejo de Ministros y que incluso dos ministros anunciaron en sede parlamentaria que se crearía en breve, y aún así, y a pesar del gran apoyo social, continúan esperando. “No sé qué tiene que pasar más”, sentencia.

En este compás de espera, los profesionales han tenido que vivir en primera línea el envite de una pandemia de la que, a pesar de la situación, Rivero se afana en sacar alguna lectura en positivo, aunque admite que desde el punto de vista real es imposible buscar buenas noticias.

No obstante, hay que admitir que al igual que la infección por VIH supuso avances sin precedentes en técnicas moleculares, la pandemia ha supuesto otra nueva revolución. “Se están replanteando problemas relacionados con las infecciones virales y su manejo que tendrá un gran impacto en otras patologías”, concluye.