En investigación, cualquier avance es bienvenido. Y estos avances pueden provenir de organizaciones de diferente índole. Los organismos públicos impulsan proyectos para aumentar el conocimiento en diferentes áreas biomédicas. Pero también las compañías farmacéuticas y otras entidades como los grupos independientes de investigación.
En esta última categoría y hablando de oncología, en España hay una larga lista de ellos con un alto nivel científico. Uno de ellos es el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), cuyas investigaciones han supuesto un hito en el manejo de diferentes subtipos de esta neoplasia; tanto es así que recientemente la prestigiosa publicación ‘New England Journal of Medicine’ recogía los resultados del estudio NADIM II, que demuestra el beneficio de la quimio-inmunoterapia con nivolumab antes de operar los tumores de pulmón en estadios III. Por su parte, el Grupo Español de Investigación sobre Cáncer de Mama (GEICAM), cuyo estudio TRIFOUR muestra cómo una estrategia basada en inmunoterapia es beneficiosa en cáncer de mama triple negativo, el más agresivo de este. Además, la Sociedad Española de Oncología Genitourinaria (SOGUG), celebra en 2023 su 25 aniversario; un cuarto de siglo en el que acumula numerosos hallazgos; un trabajo que sigue avanzando, con más de 20 ensayos clínicos activos en los que participa en la actualidad, a lo que se suma el trabajo preparatorio que están realizando para seguir impulsando nuevas investigaciones.
Esto son sólo tres ejemplos. Dada la importancia que tiene el trabajo desempeñado por estos grupos de investigación independientes, una de sus reclamaciones históricas pasaba por poder acceder a más fuentes de financiación que les permitan seguir desarrollando su labor con los más altos estándares de calidad. Y el que la sigue, la consigue.
Precisamente durante la inauguración del XIV Simposio de SOGUG, cita que sirve también para conmemorar su vigesimoquinto aniversario, el director del Instituto de Salud Carlos III, Cristóbal Belda, señaló que, en la convocatoria de 2024, todos aquellos grupos de investigación sin ánimo de lucro cuya actividad se desarrolle en al menos seis comunidades autónomas, podrán acceder a las convocatorias de financiación que se realizan desde esta entidad. El objetivo de fijar en seis el número de regiones en las que tienen que operar estas sociedades, expuso Belda, es favorecer la equidad. Con esto se daría respuesta a una demanda que viene de lejos, incentivando el trabajo de todos aquellos que impulsan los avances científicos y con un beneficiario final: el paciente.