El próximo 28 de mayo está marcado en el calendario de 12 de las comunidades autónomas de España para elegir a sus responsables, con la sanidad como un área crucial. Su relevancia es ya la segunda en importancia para el colectivo social nacional, tal y como consolidan los datos liberados por el CIS, por lo que el recuerdo de la pandemia —y sus lecciones— están todavía muy presentes.

Son muchos los desafíos que planean para las administraciones públicas regionales, pero uno de ellos sobresale por encima del resto: el de los recursos humanos. El reciente proceso de elección de plazas MIR lo ha vuelto a poner de manifiesto, con un total de 131 vacantes en Medicina Familiar y Comunitaria; los consejeros de sanidad autonómicos tienen tarea por delante para convenir las mejores decisiones, junto al ministerio, en el seno del Consejo Interterritorial.

Otro área de especial relevancia será la salud pública, donde se viene pisando acelerador en el último tiempo, Comisión homónima mediante. Así lo destacamos en estas páginas, donde GM hace retrospectiva de una labor de coordinación entre directores generales con réditos innegables en materias como la vacunación, una herramienta prevención de la enfermedad que sigue mejorando sus perspectivas a futuro.

Recursos humanos, salud pública, salud mental y acceso a la innovación: áreas de trabajo y reto

Asimismo, la salud mental o el acceso a la innovación terapéutica también esperan como temas a lo que se les tomará un ‘nuevo’ pulso tras la cita con las urnas: la primera como respaldo a las estrategias de reconstrucción emocional de la población; la segunda, con la expectativa de contribuir a la agilidad en la llegada de nuevos tratamientos. Con ello, el tablero político ha puesto sobre la mesa sus perspectivas en el último termómetro del CIS. La suma de fuerzas volverá a ser clave en algunos territorios donde conviven diferentes espacios políticos, como podría ser el caso de la Comunidad Valenciana o Islas Canarias. Sin embargo, feudos históricos del PP, como la Comunidad de Madrid, o del PSOE, en el caso de Castilla-La Mancha, parecen descolgarse ante más que plausibles y holgadas victorias en sus territorios.

Una vez el 28-M aclare el panorama, los nuevos equipos de las consejerías de sanidad volverán a echar andar y en Gaceta Médica seguiremos pendientes para narrar cómo se articula esta suerte de reinicio autonómico. Se tratarán, nada menos, que de gobiernos post COVID que habrán de dar pasos definitivos en pro del bienestar del sector, que espera que el mantra de “sanidad como inversión y no como gasto” cale lo suficiente como para cristalizar en propuestas que avancen al compás del imparable ritmo de la innovación en salud.


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