Entramos en una semana clave para la oncología mundial. El Congreso Anual que organiza la Sociedad Americana de Oncología (ASCO) está teniendo lugar de manera virtual. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 no ha podido retrasar los avances que se presentan en este cónclave. Avances que verán la luz en clave digital.

La medicina de precisión sigue rumbo fijo. Sin embargo, a pesar de que los resultados de estas innovaciones terapéuticas, algunas de ellas consolidadas y otras novedosas, verán la luz, la oncología mundial no ha podido dejar pasar por alto al SARS-CoV-2 y su abordaje en los pacientes con cáncer.

La reorganización

La realidad, y por ello venimos informando desde hace semanas, es que la reorganización sanitaria que ha venido de la mano por el colapso de los sistemas sanitarios ha puesto sobre la mesa una serie de efectos colaterales en la atención oncológica. Retrasos en las pruebas diagnósticas, tratamientos interrumpidos… Procedimientos que, según indican algunos expertos, pueden tener efectos a corto plazo.

No todo ha sido malo. Estas crisis a nivel organizativo también ha puesto sobre la mesa nuevos instrumentos y herramientas necesarios para el abordaje de las diferentes patologías. La telemedicina es un ejemplo de ello.

Prioridades claras

Las necesidades, por tanto, son claras. De cara a abordar una situación similar en el futuro, los especialistas coinciden en que es necesaria una mayor coordinación de todos los recursos, así como mejorar la implantación de la telemedicina para hacer un uso efectivo de la misma.

Sin embargo, dentro del sistema de telemedicina a implantar, los oncólogos también resaltan el hecho de que hay pacientes, sobre todo los más mayores, con dificultades para manejar las nuevas tecnologías. Por ello, instan a poner recursos tanto materiales como formativos que aseguren una democratización de este servicio.

¿Cómo engranar la maquinaria?

Los profesionales lo tienen claro. aunque se perdió la oportunidad de la anterior crisis económica, ahora hay que aprovechar para demandar un nuevo Plan de Cáncer. Es crucial, aseguran, que se pongan recursos para que las ideas plasmadas lleguen al ciudadano. Siguiendo este hilo también recuerdan que  el cáncer es una enfermedad curable si se diagnostica pronto, por lo que hay que incidir en el papel del diagnóstico molecular para mejorar el abordaje.

En definitiva, un Plan de Cáncer integral, que vaya desde el diagnóstico precoz hasta los cuidados paliativos. Este debe ser “suficientemente ambicioso” como para poder ejecutar una gran parte del mismo, para lo que ha de contarse con una organización de éxito, financiación finalista, y organizando un red al respecto en toda España. El punto de partida está claro.