Estamos acostumbrados a que la labor de oposición se olvide cuando se alcanzan posiciones de gobierno; una mala práxis de la que la política española lleva haciendo gala demasiado tiempo. Hoy se abre un nuevo ciclo que debe mirarse al espejo para averiguar si forma parte de esa inercia perversa o si, por el contrario, va a llevar al máximo grado de polisemia el vocablo cambio.
Son muchas las demandas que el Partido Socialista ha solicitado al Ministerio de Sanidad con escaso éxito. Más allá de los mediáticos copagos o la universalidad, desde el partido que desde hoy sostiene al nuevo gobierno se han realizado muchas peticiones que los profesionales sanitarios esperan con anhelo. Cuando se conoció el Plan Normativo que Dolors Montserrat pensaba llevar a cabo durante 2018 fue el PSOE el encargado de ensalzar las ausencias por encima de las presencias. Tenían razón en muchas de sus palabras así que lo esperable y lo deseado es que sus demandas o promesas no se deshagan en los desagües de La Moncloa.
Uno de los primeros que se viene a la mente es el Real Decreto de Troncalidad. ¿Conseguiremos avances antes de tener que volver a pasar por las urnas? Una respuesta negativa hará que los profesionales vean, y con razón, que lo vivido a finales de la semana pasada no fuera una Moción de Censura y sí un acto electoral. De la mano de este real decreto deberían llevar las prometidas especialidades. Infecciosas y Urgencias esperan que las palabras vertidas en el Congreso de los Diputados por el Partido Socialista no queden en tristes dardos opositores.
¿Y qué podremos esperar del Registro de Profesionales o del Real Decreto de Gestión Clínica? Ambos fueron señalados hasta la saciedad por el PSOE como los grandes olvidados de Dolors Montserrat. También habrá que esperar para conocer si el déficit de los profesionales o la ingente temporalidad de los que hoy cuentan con un trabajo serán malos recuerdos en los próximos meses.
Desde hoy el PSOE gobernará España hasta que se convoquen elecciones (no las esperen antes de otoño de 2019). Los profesionales mirarán con lupa la gestión tanto del partido en el Congreso como del nuevo ministro. Y la frase que hoy entonan ya la escuchó Zapatero: No les fallen.