| viernes, 22 de junio de 2018 h |

Golpe a golpe, verso a verso… Los versos de Antonio Machado parece que resuenan entre las paredes del Ministerio de Sanidad desde hace apenas quince días. Carmen Montón ha decidido ser ese caminante que hace camino al andar, consciente de que paso a paso se reconocerán mejor sus obras. La primera de las etapas culminará con un Real Decreto-ley que suprima la vinculación hoy existente entre el estatus de asegurado y la asistencia sanitaria. Será el regreso de la universalidad. Después el Ministerio irá dibujando su propio horizonte, sin mayor trazo aún que abordar una financiación que Pedro Sánchez ha desinflado en el Senado.

Del clásico a la actualidad, los versos de Antonio Machado nos llevan a aquel ‘partido a partido’ que tan buenos resultados trajo al Atlético de Madrid de Simeone. Hoy vivimos día de fútbol y la comparación, aunque odiosa, es inevitable. La ministra de Sanidad sabe que tiene varios frentes abiertos y muchas urgencias, alguna de ellas alimentadas por ella misma mientras era consejera de Sanidad en la Comunidad Valenciana. Pero ir más allá tiene un doble peligro. El primero es distraer esfuerzos que son necesarios cuando se necesitan más los consensos que los decretos. En segundo lugar, no se puede menospreciar la idea de que estamos ante un Gobierno de urgencias y contrarreloj. El PSOE necesita unos años triunfales para volver por sus fueros en las encuestas y un sprint en el anuncio de medidas podría llevar al Ejecutivo a vivir la última etapa de la temporada exhausto y sin nada con lo que sorprender a los votantes.

Los anuncios, por tanto, que se hagan desde Sanidad llegarán a cuentagotas, sin solaparse para no perder la oportunidad de vender ese cambio que lo abandera. Pero las necesidades de partido hay que congeniarlas con las necesidades de la ciudadanía. Una vez elegida la estrategia del ‘partido a partido’ lo único que se le puede pedir a Montón es que no yerren en los temas a abordar. De momento, el primero es enmendar el Real Decreto 16/2012 para volver a situaciones previas a este texto legislativo. Esperemos que las siguientes no se dejen en el tintero temas como los recursos humanos necesarios para el sistema, el reconocimiento de especialidades o el Plan de Medicina Personalizada. La respuesta estará en los Presupuestos del nuevo Gobierno para el año próximo.