¡Qué estupendo que las cosas sean como deben ser! Cada uno debe hacer lo que se espera, y en ese juego todos entendemos los papeles que cada uno asume. La valoración en fase temprana de la ministra tiene los colores de quien la realiza: el Congreso en la oposición, el sector (farmacia, médicos, industria y distribución farmacéutica), y los pacientes, en medio. Decía el poeta Píndaro en la antigua Grecia a los atletas que competían: “llega a ser quien eres”. Y eso es lo que el sector ha dicho de la ministra, pero lo ha dicho con la esperanza de que sea así, ya que los juicios tempranos nos dan rapidez, pero no certeza. Al menos, la ministra está en el buen camino: su agenda ha incluido una frenética actividad sanitaria, tras un comienzo más inclinado a su lado más social, que también pesa mucho y da más satisfacciones que la sanidad, en ocasiones. Lo digo por las encuestas de valoración que, en materia sanitaria, se responden de manera autonómica con queja ministerial. Los encuestados no entienden de transferencias autonómicas.
Menos indulgente que el sector han sido los partidos con representación parlamentaria, pero es lo que se espera. La oposición quiere cambiar cosas que el Gobierno no está dispuesto, al menos, de momento. Y la propia actividad de oposición hace que se le reprochen hasta ciertas cuestiones que cuesta entender. Entre ellas, las relacionadas con la hepatitis C: España ha sorprendido al mundo en su estrategia para erradicar la hepatitis C (erradicar de verdad, no a la italiana, que lo anunció y no lo cumplió). Sin embargo, en la Comisión de Sanidad del Congreso hubo más reproches que alabanzas en esta materia. Lo normal: es la oposición. Pero no por eso los argumentos de la oposición no deben ser tenidos en cuenta, al contrario, son un buen termómetro, aunque hay que saber lo que miden realmente. Jesús María Fernández, portavoz sanitario en el Congreso, lo resume en dos puntos: reconoce que la ministra habló en el Congreso de retos, pero no de cómo afrontarlos. Y se queja el portavoz socialista de que ignora a las CC.AA, con cuyos consejeros (y consejeras) no se ha reunido aún. Lo normal. Por su lado, Marta Sibina, de Podemos, también le reprocha que defienda el RD 16/2012, aunque lo extraño sería que no lo hiciera. Su crítica sobre desigualdades sociales en salud y la falta de un nuevo abordaje de la Ley General de Sanidad es una crítica razonable. Pero el hecho de que lleve 6 años sin resolverse la mencionada Ley, hace que este reproche, a los 100 días, pierda fuelle. Quizás en un par de años pueda ser una crítica con más justificación. Podemos se ha lamentado de que la ministra no sea del gremio sanitario, pero lo importante es que aprenda rápido. En 6 meses, nadie se acordará que no sea médico ni similar. En el caso de Paco Igea, las críticas tienen la base del cumplimiento del Pacto, aunque le preocupa al portavoz de Sanidad de Ciudadanos que no vaya a haber revisión del copago…¡a la baja! Igea se va a convertir en el socio-oposición más incómodo, ya que habla de que le gustaria ver “más convicción”; nada que el tiempo no pueda solucionar. En fin, tras 100 días…lo normal.
Aunque la ministra
ha activado su agenda sanitaria,
el Congreso le recuerda que no tiene mayoría
Seguiremos la pista…
Dolors Montserrat en sus primeros 100 días despierta críticas de la oposición y voto de confianza del sector. Probablemente, en 200 días será igual.
La consejera de Sanidad de Murcia habla en EG de equidad, biosimilares y farmacia, entre otros.
Podemos se interesa por el grupo de trabajo sobre subastas en Andalucía, que parece que no es una prioridad.
¿Quien quedaba para decirle al presidente Trump que levantara el veto a la inmigración? 166 ejecutivos publican en Nature Biotechnology un mensaje claro al respecto.
KPMG analiza con J. Ignacio Rodríguez, la evolución de la industria a corto plazo.
ONU y EU coinciden en el tiempo e incorporan en su agenda el acceso a los medicamentos, en un asunto que se empieza a polarizar.