Alberto Cornejo Madrid | viernes, 13 de septiembre de 2019 h |

Silencio sepulcral. O, lo que es lo mismo, silencio ministerial. Cuando menos en el caso que nos ocupa: conocer en qué estado se encuentra la implantación del sistema de verificación de medicamentos en los hospitales españoles. Un sistema que, tal como recogía la Directiva Europea Antifilsificación, debía estar implantado por los Estados miembro en todos los centros públicos antes del 9 de febrero de 2019, al igual que en toda la red de 22.070 oficinas de farmacia españolas.

Éstas sí cumplieron los plazos y la verificación funciona correctamente desde entonces —debates sobre su idoneidad al margen—. No ocurre lo mismo en el caso de los hospitales. Medio año después de que por esta obligación de plazos que fijaba la CE debiese estar funcionando, la realidad dicta que la verificación sigue “sin estar, ni esperarse” por los servicios de Farmacia Hospitalaria de los centros públicos.

La confirmación ha llegado a EG desde estos departamentos, ya que desde el Ministerio de Sanidad —al que este periódico viene reclamando en repetidas ocasiones información sobre el estado de situación— se hace mutis por el foro. La callada por respuesta. ¿Quizá no hay respuesta que ofrecer?

Así las cosas, conviene recurrir a aquellos que deberían estar aplicando la verificación en el extremo final del proceso, mediante la identificación y desactivación de los medicamentos: los farmacéuticos hospitalarios. En este sentido, la valoración es la misma: “no hay ningún paso dado”… Ni noticias de cuándo se darán.

Así lo confirman a EG jefes de Servicio de Farmacia de los principales hospitales públicos nacionales: “No sabemos nada”, es la respuesta común. Ocurre lo mismo en cualquier región y centro al que se consulte (EG lo ha hecho con más de una decena de ellos de diversas CC.AA).

¿A la espera del RD?

A la hora de buscar el por qué de este retraso sine die en torno a la implantación de la verificación de medicamentos en hospitales, quizá hay que mirar a la todavía ausencia de un marco normativo que lo sustente.

El parecer general a lo largo de estos seis meses transcurridos desde el 9 de febrero es que poco o nada se puede avanzar mientras no se publique el Real Decreto de adecuación de la gestión farmacéutica del SNS al marco normativo de la verificación y autenticación de medicamentos que apuntalará este sistema en España, y se constituya tras ello el nodo ‘SNSfarma’ que canalizará los datos generados por la verificación; una norma de la que, una vez se sometió a consulta pública su proyecto a comienzos de año, nada se ha vuelto a saber. Tampoco existe explicación oficial a este retraso, más allá de la situación de interinidad que vive el Gobierno de la Nación, la cual no es óbice para la publicación de reales decretos. Ejemplos hay en estos meses.

Consecuencias mitigadas

En lo que respecta a las consecuencias de este retraso, a favor del Ministerio de Sanidad juegan varias cuestiones. Por un lado, el hecho de que ni los propios agentes implicados reclamen celeridad en esta implantación.

Si hay una opinión común en los servicios de Farmacia y sus responsables es lo “innecesario” de implantar la verificación en este entorno. ¿La justificación? El objetivo principal de este sistema es evitar la entrada de falsificaciones en el canal legal del medicamento, una situación prácticamente imposible teniendo en cuenta que los hospitales son suministrados directamente por los fabricantes.

Por otra parte, aunque la normativa europea establecía la imposición de sanciones para quien no cumpliese en tiempo y forma con los plazos, ello tiene su ‘truco’. No solo la propia CE ha levantado la mano al constatar que este retraso es común en toda Europa (en el ámbito hospitalario, no a nivel de farmacias), sino que son los propios Estados quienes tienen la potestad de sancionar. Parece difícil (imposible) que el Ministerio de Sanidad se sancione a sí mismo y/o a sus estructuras públicas… Un crédito que no tuvo la farmacia comunitaria.