El Global Madrid | martes, 29 de mayo de 2018 h |

Un nuevo papel del ciudadano y del paciente en el SNS; una financiación suficiente ligada a una evaluación continua; una mayor gobernanza del sistema; una modernización de la política de personal; una mejora de la eficiencia; una adaptación del sistema y un impulso de la I+D+i. Con una política de reformas sustentadas en estos siete pilares se podría asegurar la calidad y la solidaridad del sistema sanitario, así como prepararlo para los nuevos retos que están por llegar, según Jordi Sevilla, coautor del libro ‘¿Qué está pasando con tu sanidad?’, presentado en el Club Financiero Génova, y que propone un total de 30 medidas para un Pacto de Estado que transforme la sanidad del siglo XX.

“Es cierto que se han producido grandes recortes en la sanidad pública durante los años de crisis, pero estos no son, ni mucho menos, los únicos problemas que azotan a nuestro sistema sanitario actual”, aseguró durante la presentación el ex ministro Sevilla, quien también añadió: “Si Ernest Lluch y su equipo, que fueron quienes hicieron posible la Ley General de Sanidad de 1986, tuvieran que actualizar esta ley ahora, seguramente incluirían todas estas medidas para hacer efectivo el derecho a la protección de la salud hoy”.

A juicio de Sevilla, aunque se recupere el nivel del gasto y de gestión pública anterior a la crisis, el SNS seguiría sin estar preparado para los avances que suponen, por un lado, el envejecimiento de la población y, por otro, los avances en investigación y en tecnología. “La transformación de nuestro sistema sanitario no es una opción, sino una necesidad convertida en obligación”, aseguró el ex ministro.

Si los recortes no son los únicos problemas de la sanidad pública, tampoco lo son, según este libro, la sanidad privada. Según Sevilla, “a pesar de que se suele relacionar la bajada del gasto sanitario público con la subida del privado, como si fueran vasos comunicantes, no existe relación alguna entre ambos fenómenos”. El libro recién presentado aborda por ello la necesaria colaboración público-privada como parte de la solución de los problemas a los que se enfrenta el SNS. La sanidad pública y la sanidad privada, apuntó Sevila, “nunca deberían competir entre sí, sino complementarse”.