MARIO RUIZ/ CARLOS B.RODRÍGUEZ | miércoles, 15 de enero de 2020 h |

El que es ya el primer Gobierno de coalición de la democracia española tiene por delante un arduo camino. Para mitigar las posibles complicaciones en él fruto de aunar dos formaciones políticas, los primeros esfuerzos se han dirigido en transmitir un mantra que resuella en las cabezas de todos en estos primeros días. “Varias voces” pero “una sola palabra”, “diálogo”, “moderación” han sido las palabras más repetidas por Pedro Sánchez para explicar el nuevo sendero que recorrerá este Ejecutivo plural.

Se pretende así que la comunicación sea la base de un mandato que consta de 22 integrantes en su Consejo de Ministros y cuyo nutrido grupo acudió el pasado martes a su primera reunión. Prueba de ello ha sido el hecho de que el presidente del Gobierno remitiera una carta personal a todos ellos en la que ejemplificar esto, dando forma al Ejecutivo de “acción y diálogo” que pretende impulsar.

Unas palabras en las que se refleja también el discurso dado por Salvador Illa, conocido ya por su destacado papel negociador, en su toma de posesión como máximo responsable de la sanidad. En sus primeras horas como titular de la cartera hizo gala de su talante y voluntad de “escuchar y resolver” los problemas del sector, algo de lo que los profesionales precisan. En este sentido no olvidó a sus interlocutores más próximos, las comunidades autónomas, a los que prometió un trabajo leal, responsable y coordinado.

Pasando revista cada 100 días

Para que esta comunicación exista, Sánchez hizo énfasis en su idea de aprovechar el tiempo que se les ha concedido, en el que ha prometido que no habrá momento de descanso: “Tenemos por delante 1.400 días, 200 semanas”, ha dicho. Esto se materializará en una rendición de cuentas continua. Cada cien días, todos los ministerios harán balance de sus actuaciones y darán cuenta tanto de los progresos obtenidos como de los obstáculos encontrados al abordar las transformaciones previstas.

Así las cosas, las primeras actuaciones han definido el organigrama de los diferentes ministerios y sus tareas, tal y como reza el Real Decreto 2/2020. A este respecto, Sanidad quedaba oficialmente desligada de Bienestar Social y Consumo, con la correspondencia de proponer y ejecutar políticas “en materia de salud, de planificación y asistencia sanitaria, así como el ejercicio de las competencias de la Administración General del Estado”. Un nuevo camino en el que se ya se han tomado decisiones, como el hecho de que tanto la cartera de Illa como la de Pedro Duque (Ciencia) no tendrán Secretarías de Estado.