Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 30 de agosto de 2019 h |

Reino Unido, a través de Cancer Research UK, se ha marcado como objetivo para 2034 que tres de cada cuatro pacientes sobrevivan a su cáncer 10 años o más. Esto requerirá diagnósticos más tempranos y asegurar que el paciente recibe el mejor tratamiento en base a la evidencia.

En los últimos años, el país ha mejorado en acceso, pero el coste y la complejidad creciente asociada a las nuevas terapias complican las negociaciones entre la industria y la Administración, con la consiguiente demora en la llegada de las innovaciones. En este contexto, la Office of Health Economics recibió el encargo de explorar la posibilidad de introducir mecanismos de pago flexibles para los medicamentos oncológicos en el sistema sanitario británico (NHS). El resultado es un informe titulado Making Outcome-Based Payment a Reality in the NHS, que confirma el potencial de las fórmulas de pagos basados en resultados como vía para seguir mejorando en acceso.

Lo cierto es que, aunque los esquemas de pago por resultados existen desde hace tiempo en el sistema sanitario británico, no se han utilizado de manera sistemática, en parte debido a la falta de consenso entre todas las partes interesadas. Existen varias tendencias que, según el informe, hacen de las fórmulas de pagos basados en resultados un enfoque valioso y realista. En primer lugar, el reconocimiento —cada vez mayor— a que la evidencia recabada de los ensayos clínicos, si bien es esencial para demostrar la seguridad y la eficacia de los medicamentos, puede no reflejar los beneficios en la práctica clínica, una situación que enfatiza el uso de los resultados en la vida real para acordar el precio que mejor refleje el beneficio del fármaco. En segundo lugar, cada vez más medicamentos están siendo evaluados con datos de efectividad ‘menos maduros’. Pero, aunque aceleren el acceso, las vías rápidas tienen su coste: aumentan la incertidumbre sobre el precio. Complementar los ensayos clínicos con datos del mundo real ayudaría a mantener el acceso rápido y, al mismo tiempo, capturar los beneficios del medicamento a largo plazo.

En tercer lugar, muchas de las innovaciones son más complejas y costosas que las terapias anteriores. Negociar un precio que no refleje el valor real de los medicamentos puede incrementar el riesgo financiero tanto para los sistemas sanitarios como para las compañías.

Cualquier modalidad de esquema de pago por resultados implica utilizar un mayor número de variables. Por ello, a juicio de los autores del informe, sería necesario comprender qué resultados importan a los pacientes. Si bien un análisis de los mismos muestra una amplia variabilidad, los afectados por cáncer comparten un importante núcleo de prioridades (ver gráfico) que bien pueden formar la base de un programa sistemático de pago basado en resultados.

La siguiente cuestión a dilucidar para sistematizar la utilización de modelos flexibles de pagos hace referencia a cómo vincular al precio esos resultados obtenidos del mundo real. Dentro de este último apartado, la infraestructura de datos que existe en Reino Unido en el terreno del cáncer ya permite capturar algunos de los resultados descritos en el informe, incluida la supervivencia del paciente. Sin embargo, estos datos no siempre están completos, ni tienen la calidad que los expertos consideran necesaria.

Una vez superada esta barrera, todavía quedaría por determinar cómo se mide cada resultado dentro de un esquema concreto,

Reino Unido, a través de Cancer Research UK, se ha marcado como objetivo que para 2034, tres de cada cuatro pacientes sobrevivan a su cáncer 10 años o más. Esto requerirá diagnósticos más tempranos y asegurar que el paciente recibe el mejor tratamiento en base a la evidencia.

En los últimos años, el país ha mejorado en acceso en los últimos años, pero el coste y la complejidad creciente asociada a las nuevas terapias complican las negociaciones entre la industria y la Administración, con la consiguiente demora en la llegada de las innovaciones. En este contexto, la Office of Health Economics recibió el encargo de explorar la posibilidad de introducir mecanismos de pago flexibles para los medicamentos oncológicos en el sistema sanitario británico (NHS). El resultado es un informe titulado Making Outcome-Based Payment a Reality in the NHS, que confirma el potencial de las fórmulas de pagos basados en resultados como vía para seguir mejorando en acceso.

Lo cierto es que, aunque los esquemas de pago por resultados existen desde hace tiempo en el sistema sanitario británico, no se han utilizado de manera sistemática, en parte debido a la falta de consenso entre todas las partes interesadas. Este estudio ha reunido a todos: al NHS, a la industria, a organismos independientes y, sobre todo, a los pacientes, para desarrollar una visión conjunta de por qué y cómo pagar por resultados.

Existen varias tendencias que, según el informe, hacen de las fórmulas de pagos basados en resultados un enfoque valioso y realista. En primer lugar, el reconocimiento —cada vez mayor— a que la evidencia recabada de los ensayos clínicos, si bien es esencial para demostrar la seguridad y la eficacia de los medicamentos, puede no reflejar los beneficios en la práctica clínica, una situación que enfatiza el uso de los resultados en la vida real para acordar el precio que mejor refleje el beneficio del fármaco. En segundo lugar, cada vez más medicamentos están siendo evaluados con datos de efectividad ‘menos maduros’. Pero, aunque aceleren el acceso, las vías rápidas tienen su coste: aumentan la incertidumbre sobre el precio. Complementar los ensayos clínicos con datos del mundo real ayudaría a mantener el acceso rápido y, al mismo tiempo, capturar los beneficios del medicamento a largo plazo.

En tercer lugar, muchas de las innovaciones oncológicas son más complejas y costosas que las terapias anteriores. Negociar un precio que no refleje el valor real de los medicamentos puede incrementar el riesgo financiero tanto para los sistemas sanitarios como para las compañías farmacéuticas. De ahí que las negociaciones sean cada vez más difíciles y necesiten más y mejor información.

Cómo mejorar el pago por resultados

A la hora de determinar las características que debe presentar un sistema de pago basado en resultados para poder ser utilizado de manera sistemática, la más importante hace referencia a la necesidad de asegurar un consenso entre pagadores y fabricantes a la hora de determinar qué resultados se utilizarán para determinar el precio de las innovaciones.

Cualquier modalidad de esquema de pago por resultados implica utilizar un mayor número de variables que las que se miden actualmente en los procesos de evaluación de tecnologías sanitarias (HTA, por sus siglas en inglés). La cuestión es cuáles deberían ser esos resultados. A juicio de los autores del informe, la respuesta a esta pregunta requiere comprender qué resultados importan a los pacientes. Si bien un análisis de los mismos muestra una amplia variabilidad, los afectados por cáncer comparten un importante núcleo de prioridades (ver gráfico) que bien pueden formar la base de un programa sistemático de pago basado en resultados.

La siguiente cuestión a dilucidar para sistematizar la utilización de modelos flexibles de pagos hace referencia a cómo vincular al precio esos resultados obtenidos del mundo real. Dentro de este último apartado, la infraestructura de datos que existe en Reino Unido en el terreno del cáncer ya permite capturar algunos de los resultados descritos en el informe, incluida la supervivencia del paciente. Sin embargo, estos datos no siempre están completos, ni tienen la calidad que los expertos consideran necesaria.

Una vez superada esta barrera, todavía quedaría por determinar cómo se mide cada resultado dentro de un esquema concreto de pago por resultados. Será necesario considerar aquí aspectos prácticos que atañen, sobre todo, a la necesidad de que esta tarea no genere una excesiva carga administrativa. Si en algo coinciden los expertos es en que, para que un sistema de pago por resultados tenga éxito, debe ser simple.