El pánico a un posible contagio llega a las salas de urgencia de los hospitales

Un chino con mascarilla asusta a los pacientes de las salas de espera de los hospitales. Y es que el miedo sigue azotando a la sociedad. Pero la OMS ya prepara un foro mundial para abordar esta nueva pandemia de 2019-nCov. Mientras tanto, el miedo irracional se expande con cualquier excusa, y ahora es la posibilidad de un contagio con el coronavirus de origen chino. Los urgenciólogos lo están viendo cada día en los hospitales. Allí donde una persona de origen asiático entra con mascarilla, las alarmas se encienden. M.B., siglas ficticias de un urgenciólogo de Madrid de un gran hospital, cuenta lo que ve estos días. “En cuanto entra una persona de origen asiático y, tras el triaje, se va a la sala de espera con mascarilla, espanta a los que se encuentran en la sala”.

“En cuanto entra en la sala una persona china con mascarilla se desata el miedo”

El efecto trasciende las urgencias del propio hospital. En cuanto se corre la voz por alguna planta respecto a un “chino con mascarilla en el hospital”, se producen altas espontáneas. Y es que se están registrando altas de personas ya ingresadas que prefieren irse a su casa. Con las urgencias llenas y con la gripe estacional en su pico en Madrid y otras capitales de España, la pandemia del virus 2019-nCov ha obligado a tomar medidas adicionales. Será cuestión de tiempo un diagnóstico confirmado en España de un paciente infectado por coronavirus. Pero el miedo ya está causando sus efectos.

Una persona de origen asiático con mascarilla puede resultar disuasoria en un servicio de urgencias para otros enfermos. “Entiendo que si alguna persona no se encuentra muy mal, quizás opte por irse de las urgencias en donde vea a un chino por el miedo al contagio”, cuenta el médico M.B.

Algunos ciudadanos de origen chino que viven en España creen que tienen más riesgo de contraer el coronavirus

Pero el miedo también ha calado en la propia población china que vive en España. Los barrios donde se concentran una parte de las 200.000 personas de origen chino que viven en nuestro país lo muestran. Calles vacías, comercios cerrados y avisos de que permanecerán sin abrir son normales en la capital. A las urgencias de los hospitales de Madrid acuden chinos con síntomas de gripe, y creen que están causados por el coronavirus de Wuhan. “Una mujer de origen chino llegó con fiebre y tos a urgencias. Había estado de viaje y creía haber contraído el coronavirus…” cuenta M.B. Cuando le pregunté que de dónde venía me contestó: “He estado unos días en Toledo”. Y es que son los propios ciudadanos chinos que no han pisado China en años que están empezando a creerse que es su origen lo que hace que contraigan el virus. Lamento que haya miedo irracional y que se señale a los chinos como personas de riesgo. Quizás una parte de la responsabilidad la tengan las autoridades chinas que están siendo duras hasta lo irracional, con posibles condenas a muerte por escupir a un médico o agredirles. Las dudas sobre la verdadera dimensión de la pandemia continúan. China comunica sólo lo que le interesa comunicar, eso hacen todos los regímenes totalitarios. Pero las sociedades maduras deben confiar en sus sistemas sanitarios y en los protocolos que están funcionando.