Alberto Cornejo Madrid/Lisboa | viernes, 16 de septiembre de 2016 h |

Durante su intervención en el I Foro Hispano-Luso de la Farmacia organizado por Wecare-u el pasado mes de mayo, el director general de Cartera Básica de Servicios y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero, recordaba la “buena sintonía” existente entre las Administraciones sanitarias de España y Portugal. Una buena relación que provocaba incluso que en más de una ocasión se haya puesto sobre la mesa la posibilidad de plantear estrategias comunes para ambos sistemas sanitarios ibéricos, como una posible central de compras conjunta de medicamentos.

En el marco de esa sintonía estratégica, sería positivo para la farmacia comunitaria española que en los despachos del Paseo del Prado 18 tengan presente un nuevo Decreto-ley publicado esta semana por el Gobierno luso que tiene por objetivo “valorar a las farmacias como agentes asistenciales” y establecer los términos y condiciones de los servicios que puede concertar la Administración con estos establecimientos. Unos servicios entre los que este decreto señala textualmente “la dispensación de medicamentos actualmente asignados a la farmacia hospitalaria”.

Como una de sus primeras consecuencias, como así recoge un boletín de Infarmed —equivalente a la Aemps española—, este decreto abriría la puerta a la dispensación en las farmacias lusas, a partir de 2017, de medicamentos para tratar el VIH/Sida que actualmente siguen dispensándose en los hospitales, a fin de facilitar la accesibilidad a los mismos. Cabe recordar que el pasado mes de junio dio inicio un pilotaje de la dispensación de estos retrovirales en farmacias en el que han participado la Ordem Nacional dos Farmacéuticos y la patronal farmacéutica portuguesa ANF y que actualmente engloba a varios miles de pacientes.

Así las cosas, el retorno de ciertos medicamentos de DH a las boticas lusas podría comenzar a corto plazo con los antirretrovirales, y podría continuar a medio plazo con los oncológicos. Asimismo, otros servicios señalados en este decreto como de posible concertación con las farmacias —retribuidos— son el seguimiento farmacoterapéutico y el intercambio de jeringuillas.

“Mentalidad positiva”

Para el presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de Portugal (ANF), Paulo Duarte, este decreto debe interpretarse como “un acuerdo en favor de todos los portugueses” y “un primer paso en la dirección correcta para el uso eficiente de nuestra red de farmacias”.

Mientras, en España, donde la profesión también lucha por esos retos comunes que son el avance asistencial y el retorno de los DH se sigue con expectación este apoyo legislativo dado por el Gobierno de Portugal. En una primera valoración, y a expensas de conocer cómo se desarrolla este ‘negro sobre blanco’, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, indica que “denota una mentalidad positiva de la Administración lusa hacia sus oficinas de farmacia”.

Incentivos en EFG

El Decreto-ley portugués 62/2016 publicado este 12 de septiembre no solo establece las condiciones para la concertación y prestación de servicios farmacéuticos en el ámbito de la salud pública. También establece una “retribución específica” para las farmacias en la dispensación de medicamentos genéricos más baratos. El objetivo es implicar a las farmacias en la reducción del gasto farmacéutico a través de la promoción del EFG y reconocerlas por ello. Así, las farmacias que dispensen alguna de los cuatro presentaciones genéricas más baratas dentro del mismo grupo homogéneo recibirán un incentivo complementario al margen comercial del fármaco.

Portugal es uno de los países continentales donde más ha evolucionado la tasa de dispensación de genérico, un camino que inició de forma obligatoria en 2011, cuando la Troika exigió —dentro del paquete de medidas asociadas al rescate económico— alcanzar una couta de mercado del 45 por ciento. Actualmente, sus boticas presentan una tasa media de dispensación de EFG del 50 por ciento, con picos en algunos establecimientos del 67 por ciento (según datos de la agencia lusa Infarmed).