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En los últimos 5 años, alrededor de 60 nuevas moléculas en oncología han obtenido unas 90 indicaciones, muchas de ellas para la misma molécula. En estos años, la inversión ha seguido creciendo junto al riesgo del fracaso de los ensayos. La complejidad de los ensayos clínicos en oncología se ha incrementado un 20%, pero se ha conseguido reducir algo la duración de los fase III oncológicos en casi 12 meses, hasta 4 años y medio. Un total de 28 de las 33 grandes compañías en Farma están investigando en cáncer. En fases avanzadas de investigación se encontraban más de 800 moléculas en 2018, un crecimiento de más de un 70% respecto al año anterior, debido al incremento de nuevas terapias dirigidas: nuevas dianas, nuevos marcadores y nuevos mecanismos de acción incrementan las posibilidades de dar con mejoras en los tratamientos del cáncer. Las indicaciones oncohematológicas están proporcionando nuevos tratamientos, y ya son el 30% de las nuevas indicaciones. La realidad es que los ensayos clínicos en oncología tienen una media de duración un 40% mayor que en otras patologías. Y el riesgo de fracaso es de un 92% en todas las fases de desarrollo clínico. La mayoría de las nuevas moléculas se asocian ya con biomarcadores predictivos, lo que es la puerta de entrada a la medicina de precisión. En toda esta revolución queda pendiente medir en la vida real los resultados, y es fundamental el desarrollo de la Real World Evidence.
